La Junta de Gobierno de la Hermandad de San Antonio de Higuera de la Sierra ha suspendido la inauguración de nuevo retablo del santo, que estaba prevista para hoy viernes, día 28 de agosto, en presencia del nuevo obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, aduciendo que “no se quiere poner en situación de riesgo a los asistentes, por lo que queda pendiente fijar una fecha más apropiada para el acto”.

Así, la Hermandad, con el visto bueno del director espiritual, Jaime Cano, decidió ayer la suspensión de la ceremonia de bendición del retablo de San Antonio que ha sido instalado en la ermita. Aquí, se han celebrado esta semana unas jornadas de puertas abiertas, que han contado con gran afluencia de visitantes público, que han podido conocer la nueva estructura de madera para el santo y las mejoras realizadas en el edificio.

Estas visitas, iban a servir de prolegómenos al histórico acto de inauguración del retablo previsto por la junta de Gobierno de San Antonio, una ceremonia que iba a contar con un escaso número de asistentes, entre autoridades municipales, representantes de las hermandades locales y grupos parroquiales, debido al reducido aforo de la capilla y a las normas establecidas en los lugares de culto por la pandemia del Covid-19.

En cuanto al nuevo retablo que preside la ermita, Jaime Cano ha señalado que ha sido construido por el dorador restaurador Manuel Rodríguez, en su taller de Ayamonte, y se compone de mesa de altar, sagrario, hornacina central para San Antonio, con dos capillas laterales flanqueadas por columnas de estilo corintio en oro, teniendo como remate otra pequeña capilla central con un relicario en metal que contiene una reliquia del santo.

La nueva estructura de madera, según su autor “es de estilo neoclásico con algunos detalles barrocos de madera que combina oro fino en sus detalles de molduras y tallas con los planos marmolizados”. Sustituye a la antigua que se encontraba en avanzado estado de deterioro y que ha sido fragmentada para su distribución entre los devotos que han querido atesorar una reliquia de la ermita y colaborar con sus donaciones para sufragar el proyecto.

Con anterioridad a la instalación del nuevo retablo se ha llevado a cabo una serie de obras de remodelación en la ermita, a cargo de la Junta de Gobierno de la Hermandad y de los propios higuereños, mientras que el Ayuntamiento ha colaborado en las labores de adecentamiento del edificio retirando un pesado nido de cigüeñas que se erguía sobre la espadaña.

Una devota llamada Pacita salvó de las llamas la imagen de San Antonio

Situada en el barrio más popular del pueblo, la emblemática ermita de San Antonio se enmarca en el tipo de iglesias del Renacimiento del siglo XVI, y vinculada con modelos del arquitecto Hernán Ruiz II. En su interior se halla la imagen del santo, una escultura barroca del XVII, que ha sido objeto de varias restauraciones, en los siglos XIX y XX, siendo la última la realizada en la década de los 70, a cargo del imaginero higuereño Sebastián Santos Rojas.

Según Jaime Cano, todos los retablos e imágenes de esta capilla fueron quemados en la guerra civil, salvándose únicamente la talla de San Antonio, que fue guardada en su casa por una devota llamada Pacita, que entonces era camarera de la imagen. Tras finalizar la contienda, unos carpinteros, con escasos medios, intentaron dignificar el presbiterio, lugar donde se encuentra la talla del titular, construyendo un “retablo” de escaso valor.

Con el paso del tiempo, la estructura de madera comenzó a deteriorarse, sufriendo desprendimientos y ataques de carcoma, lo que puso en riesgo la escultura de San Antonio. Por este motivo, la Junta de Gobierno de la Hermandad aprobó la realización de un nuevo retablo, cuya realización ha sido posible a las donaciones de los higuereños, mediante suscripción popular.