sierra

Galaroza tuvo luz antes que Huelva

  • La investigación en hemeroteca y archivos por parte de la Asociación Lieva ofrece fuentes sobre las innovaciones en la localidad cachonera

  • Isidoro Sánchez fue el impulsor de la electrificación

Los avances tecnológicos de nuestros pueblos son hitos que impulsan la vida de sus vecinos. Los primeros de los que se tienen noticias escritas van apareciendo gracias a la labor de investigadores como los de la Asociación Cultural Lieva, que ha puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones la importancia de la revolución que supuso la llegada de la luz eléctrica a nuestros pueblos. Algunos de estas mejoras se recogen en documentos sobre el alumbrado público en Galaroza, concretamente contratos municipales y fuentes periodísticas procedentes del Ayuntamiento y de la hemeroteca española.

Según estas fuentes, uno de los impulsores de esta electrificación de las calles cachoneras fue Isidoro Sánchez, quien fuese inventor, pintor, escultor o carpintero. Su labor en esta materia que nos ocupa fue esencial, ya que fue el artífice de que Galaroza tuviese luz antes que la propia ciudad de Huelva e incluso que Sevilla, mediante una dinamo torneada en su taller. La fábrica se instaló en 1892 y se encontraba ubicada al final del callejón del Alto Molino, junto a la calle Sola.

Más adelante, el periódico 'El Bien Público', en su número 6.258 publicado en Mahón, el jueves 29 de marzo de 1894, recogía una nota fechada en Galaroza el 14 del mismo mes, en la que se celebraba el éxito de la instalación del alumbrado público y nombra a los vecinos que firmarían esa misma noche el contrato: Ismael González, Pedro L. Muñiz, Pablo Muñiz y Juan B. Muñiz. Finaliza la nota diciendo que "con semejante mejora, Galaroza adquirirá preponderancia entre todos los pueblos de la sierra y se hará digno de figurar entre las poblaciones cultas y bien administradas".

El lunes 8 de abril de 1895, el número 6.043 del diario católico 'El Siglo Futuro' publicaba una crónica del corresponsal en su sección 'Cartas de Provincias', fechada el 4 de abril de ese mismo año. En ella, el autor rogaba la inserción en el periódico de los detalles de la "solemnísima inauguración de la fábrica de alumbrado eléctrico en esta villa, que lleva por título 'San José'". Al parecer, tuvo lugar el día 19 de marzo la prueba general, "dejándonos altamente satisfechos por sus buenos resultados, y el domingo 24 la solemne inauguración, al par que bendición de la fábrica".

El contrato que hizo posible esta electrificación de las calles fue firmado por el Ayuntamiento de Galaroza, como consta en el expediente para la subasta del arriendo del servicio de alumbrado público eléctrico. Se instruyó en 1894 y tuvo una duración de cinco años, del 1 de julio del 94 al 30 de junio de 1899. Lo firma el alcalde Pedro González y González, el 7 de mayo, cuando se inicia el pliego de condiciones. Dice expresamente que la luz debe encenderse en las calles "desde el crepúsculo vespertino, hasta la una de la madrugada", con cincuenta lámparas de diez bujías cada una a lo largo del pueblo. El anuncio de la subasta se publicó también en pueblos vecinos como Jabugo y Castaño del Robledo, y se produjo la adjudicación definitiva el 23 de mayo a Juan José Márquez Chaparro y compañía.

En el Boletín de la Unión Eléctrica Española de 24 de septiembre de 1904, aparece una relación de fábricas e instalaciones eléctricas en toda España, incluyendo en la Asociación de la Industria Eléctrica de Castilla La Nueva y Extremadura a la Sociedad de Electricidad Santa Teresa en Jabugo y a Isidoro Sánchez en Galaroza.

Tras estos intentos incipientes y locales, el alumbrado público cachonero se contrata con la potente empresa comarcal Santa Teresa de Electricidad, fundada en 1902. El expediente municipal está fechado en 1911 y fue rematado en 1.999 pesetas anuales.

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