Pedro Luis Herrera Rodríguez, de la saga de los Toreros (por parte de padre) y de los Clarita (por parte de madre), llevaba a Doñana en los genes. Nació y estudió en Sanlúcar de Barrameda. Se crio en la marisma. La familia de su madre vivió durante muchos años en las Nuevas, y su núcleo familiar habitó Leo Biaggi y la Choza de Veta Mohosa. Su juventud fue en El Rocío donde labró buenas amistades, ayudó a su padre con el ganado y luego inició su labor de guarda del Parque donde trabajó el resto de su vida. Su afición a la cocina hizo disfrutar a familiares y amigos de sus magníficos guisos marismeños, con sabores de antaño.

Gustaba de las conversaciones largas. En el trabajo era un pozo de sabiduría que no dudaba en regalar a quien tuviera la suerte de estar cerca. Testarudo en sus convicciones y recto en su proceder. "Los compañeros, investigadores, ganaderos, apicultores, técnicos, periodistas, fotógrafos, recolectores, visitantes, etc. le echaremos de menos. Se va una de las personas que forman parte del paisaje de Doñana, La Algaida, Los Sotos, la Madre o Guaperal estarán más vacíos sin su discreta presencia".