El Dolmen de Soto, localizado en Trigueros y que desde octubre de 2013 está incluido en el Itinerario Europeo Cultural Caminos de Arte Rupestre Prehistórico, recibió durante 2021 un total de 6.000 visitas, con lo que se afianza la recuperación de visitas a este monumento tras la crisis de 2020.

Según informó a EFE la oficina de Turismo del Ayuntamiento de Trigueros, las visitas se han ido recuperando gracias, entre otras cosas, al “aspecto diferencial de este dolmen” con respecto a otras construcciones de estas mismas características, ya que cuenta con los signos grabados y pintados en sus piedras verticales, y que representan una serie del arte megalítico, con grafías con fuertes similitudes con el arte rupestre.

El Dolmen de Soto está situado en el Cabezo del Zancarrón, en la finca La Lobita, y fue descubierto y excavado en 1923 por el propietario de la finca donde se ubica, Armando de Soto.

La declaración, en 1931, de monumento histórico-artístico se sustanció por la Junta Superior de Excavaciones y el Comité ejecutivo de la Junta del Patronato para la protección, conservación y acrecentamiento del Tesoro Artístico Nacional gracias a las investigaciones de Hugo Obermaier.