La nervense Cloti Vázquez Casanova, profesora de Literatura en el instituto de la localidad vecina de Riotinto, ofreció el sábado pasado por la tarde en la Iglesia de San Bartolomé de Nerva un pregón de Semana Santa cargado de pasión. Lo hizo con vehemencia, como si lo hubiera estado esperando durante toda la vida, y no desde hace dos años, cuando se suspendió a causa de la pandemia la 24 edición prevista para llevarse a cabo en 2020. Dos primaveras después ha cumplido con su cometido, y lo ha hecho como manda la tradición, fiel a sus creencias y viviéndolo de forma intensa, tanto por dentro como por fuera.

A Cloti, como la conocen todos en Nerva, la presentó su sobrina Irene Boza, quien destacó de la pregonera sus capacidades y talento, así como su compromiso cristiano. Nacida en el seno de una familia humilde, es la menor de tres hermanos. Fue educada en los valores cristianos. Estuvo presente en el resurgir de la Semana Santa nervense en el último lustro de la década de los 80, junto a su amigo Francisco José Carrión. También estuvo en los comienzos del grupo rociero Tintes Mineros, creado para recaudar fondos para la Hermandad del Gran Poder de Nerva. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla imparte clases de Lengua Castellana y Literatura en el IES Cuenca Minera de Riotinto.

Al instante, la pregonera inició su alocución con brío y determinación, presentando su primera estampa de la Semana Santa nervense, recitando un poema, con el acompañamiento musical de su hijo, Ángel, al piano, que arrancó los primeros aplausos de los asistentes.

En el sobrevenido, modificado en varias ocasiones a lo largo de los dos últimos años, dibujó un panorama desolador por culpa de la pandemia y la guerra de Rusia contra Ucrania. Muchas cosas han cambiado en estos dos últimos años, pero no las creencias ni su fe.

Antes de comenzar su repaso por la galería de recuerdos de su particular Semana Santa, también tuvo palabras de agradecimiento para familiares y amigos, Hermandad, Banda de Música Villa de Nerva… a quienes dedicó su pregón, entre otros muchos, incluidas las víctimas locales de la Covid.

Y no sin antes confesar las dudas y los miedos a los que tuvo que enfrentarse cuando le hicieron el encargo de anunciar la Semana Santa de su pueblo, comenzó a hilar un magnífico pregón basado en las tradiciones cristianas, que inició en su más tierna infancia, con el recuerdo permanente de sus padres y finalizó en la madurez con su propia familia, pasando por innumerables imágenes y secuencias de su sentir cofrade, de sus vivencias, muchas vistas desde sus ojos de penitente bajo la túnica de nazareno durante 13 años.

A la finalización del pregón, la Hermandad del Gran Poder reconoció la labor desempeñada por Joaquín Moreo en sus 25 años como capataz y la colaboración prestada por Francisco Javier Campos y Víctor Marín en diferentes materias. La Banda de Música Villa de Nerva, dirigida en esta ocasión por Rafael Sánchez, fue la encargada de amenizar el pregón con varias marchas procesionales.

Por último, la hermana mayor, Rocío Domínguez, anunció de forma oficial que, de no obrar un “milagro” en los próximos días, Nerva se quedará sin ver procesionar los pasos del Gran Poder, María Santísima del Mayor Dolor y el Cristo de la Vera Cruz, por falta de costaleros. Aunque sí se podrá acceder a la iglesia para rezar ante las imágenes de los titulares de la Hermandad.