romería

Los Cirochos danzan ante la Virgen de Piedras Albas

  • En la víspera del 500 aniversario de la fundación de El Almendro, cientos de personas y vecinos de Villanueva de los Castillejos rinden homenaje a su patrona común

En la víspera de la celebración el año que viene del 500 Aniversario de la fundación de El Almendro en el marco de los actos 1519-2019. De Osma a El Almendro, en referencia a la antigua aldea de Osma, donde nació dicho municipio andevaleño el 22 de marzo de hace cinco siglos (posteriormente se trasladó a su actual emplazamiento, justo al lado de Villanueva de los Castillejos), los vecinos de ambos pueblos y numerosos visitantes cerraron ayer martes la romería que comparten en honor a Santa María de Piedras Albas. Los asistentes disfrutaron un año más con la danza ancestral y pastoril de Los Cirochos ante el paso de la Virgen en su procesionar, precisamente por el Prado de Osma.

Fue un nuevo Martes de Pascua, día grande de una fiesta que, como todos los años, marca el inicio de todas las celebraciones romeras que se sucederán a partir de ahora en todos los rincones de la provincia y en el que a la danza de Los Cirochos se sumó, como es tradicional, el traspaso de los pendones de la Virgen de los mayordomos salientes a los entrantes.

Sin duda fue de nuevo el acto más emotivo desde que arrancara la fiesta el pasado domingo y como siempre se celebró a los pies de la Patrona, en presencia de Los Cirochos, junto a la Cruz del Calvario y en medio de lágrimas de emoción por parte de muchos de los presentes, especialmente aquellos que bien sueltan, o bien recogen los pendones, y sus familiares, amigos y allegados.

Así, tras unos segundos de tensa espera, miembros de la familia Limón-Sánchez, muy conocida en ambos municipios y formada por tres hermanos con sus respectivos cónyugues e hijos, se convirtieron a última hora de la tarde en depositarios de la continuidad de la tradicional romería andevaleña.

Y es que entre agasajos de los vecinos de ambos pueblos y otros allegados, los integrantes de la familia Limón-Sanchez se hicieron con los pendones de la Virgen de cara a la romería del año que viene, convirtiéndose en sus mayordomos durante los próximos 365 días.

La Romería de Santa María de Piedras Albas, que inauguró el Domingo de Resurrección el calendario romero en Andalucía, y que es una de las más antiguas de la provincia de Huelva, llegó ayer pues a su día más íntimo y a la vez más esperado por los piedralberos de ambos municipios, que se funden en uno solo con la llegada de tan ansiada fecha en la que veneran a su Patrona común.

Antes del momento de la toma de los pendones, la Imagen de Piedras Albas recorrió en procesión los escasos metros que separan su ermita de la Cruz del Calvario. Durante su breve pero colorista itinerario, fue flanqueada como cada año por cientos de piedralberos bajo los toques de la gaita y el tamboril, que marcaron los pasos de los tradicionales Cirochos mientras éstos trenzaron su ancestral danza del mismo nombre a los pies de la Virgen.

Previamente el tamboril había recorrido con las primeras luces del alba, como los anteriores días de romería, las calles de ambos pueblos con su toque de diana, para después, desde la antigua fábrica de harina que marca su límite, los piedralberos, ataviados con sus mejores galas andaluzas, recorreieron las calles de El Almendro y Villanueva de los Castillejos, tras lo cual pusieron rumbo de nuevo hacia el Prado de Osma en busca del Santuario de Piedras Albas, que pasado el mediodía acogió una Solemne Misa en honor y gloria de la Patrona.

Ya por la tarde, a partir de las 18:00, las puertas de la ermita fueron un año más escenario del testimonial Acto de Fe del Besamanos a la Santísima Virgen para, a continuación, iniciar el alegre recorrido procesional de Virgen por el recinto romero.

El final de la jornada llegó con la caída de la tarde, cuando los piedralberos, acompañando a la nueva mayordomía, emprendieron el camino de regreso hacia El Almendro y Villanueva de los Castillejos, por cuyas calles la comitiva anunció el relevo. No obstante la fiesta no se dará por concluida definitivamente hasta hoy, con la celebración del popularmente conocido como Miércoles de los Burros, cuando tradicionalmente se concentra un buen número de estos animales en la antigua fábrica de harina para recorrer las calles de ambos pueblos en una curiosa comitiva.

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