isla canela-punta del moral

El Círculo de Patrimonio insta a la Junta a declarar BIC el yacimiento romano

  • Los últimos trabajos, con motivo de la reforma de la carretera en 2016, sacaron a la luz un monumento funerario, almacenes industriales y una necrópolis de inhumación

La petición de los arqueólogos de que se revisen las normativas de protección actuales para el yacimiento de Canela-Punta del Moral viene de atrás. Una demanda que pasa por su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Zona Arqueológica. Ahora es el Círculo Sectorial del Patrimonio Cultural el que retoma esta petición, dirigida por escrito a la Delegación de Cultura, al poner sobre la mesa la siguiente pregunta: "¿Qué más datos hacen falta para declarar el lugar BIC y dotarlo de la protección que se merece?".

Y es que, a juicio del colectivo, este yacimiento romano del estuario del Guadiana -que adquirió "un papel protagonista en los circuitos económicos del mundo romano en el suroeste peninsular fundamentalmente a partir del siglo III d.C."- es uno de los más importantes de la provincia.

Según explica el círculo, este yacimiento se conoce al menos desde el siglo XVII. Así, "el erudito Rodrigo Caro recogió en 1634 la leyenda de la existencia de una supuesta ciudad fenicia llamada Tiro y que finalmente definiría como los restos de una ciudad romana". Pero el yacimiento no fue redescubierto por la investigación contemporánea "hasta 1981" cuando, durante unos trabajos de desmonte en Isla Canela de una duna para labores agrícolas, apareció el primer gran referente de la investigación del sitio arqueológico: la localización de un panteón monumental romano datado en el siglo IV d.C. que albergaba el enterramiento de un grupo familiar en su interior.

Desde entonces, según recuerda el círculo, se planteó la posibilidad por parte de la Junta de Andalucía de declarar el sitio BIC, si bien el expediente no salió adelante en las décadas de los 80 y 90 al ser insuficientes los datos arqueológicos y no estar clara la delimitación espacial del yacimiento.

Durante los años 2004-2005 la restauración del panteón y la intervención arqueológica de apoyo sacaron a la luz nuevos enterramientos y estructuras funerarias asociadas a diferentes fases históricas de la necrópolis de inhumación existente en el lugar.

De nuevo, según el círculo, se planteó la necesidad de declarar el sitio BIC ante las nuevas evidencias documentadas. Pero una vez más el expediente de declaración BIC que se puso en marcha en 2006 cayó en el olvido. El yacimiento mantenía y mantiene "la mínima catalogación básica" de protección prevista en la Ley de Patrimonio.

"La delimitación espacial del yacimiento seguía siendo el hándicap administrativo para justificar la falta de tramitación final del expediente, puesto que las evidencias arqueológicas sólo habían salido a la luz en un entorno específico alrededor del panteón. Y todo ello a pesar del criterio opuesto defendido en el tiempo por diversos profesionales que abogaban ya entonces por una delimitación espacial mayor, en base al análisis del entorno y los datos de las prospecciones superficiales realizadas", apuntan.

El yacimiento, sin embargo, "fue desvelando paulatinamente su verdadera identidad con cada nueva actuación arqueológica llevada a cabo por imposición legal" debido a la posible afección patrimonial de obras diversas que se han ido ejecutando en el lugar.

Así, en 2008 comenzaron las labores de dragado en el caño de La Moharra para la construcción del nuevo fondeadero de Punta del Moral, lo que conllevó la realización de actividades arqueológicas de control. Los resultados de las prospecciones revelaron "la existencia de un fondeadero de época romana, junto con materiales de edificaciones antiguas, que en la actualidad se encuentran sumergidas".

Con posterioridad, en 2011, se acometieron nuevos dragados, ahora en el río Carreras, para restablecer el canal de acceso al puerto de Isla Cristina. Los trabajos realizados añadieron nuevos datos a los ya conocidos entonces sobre la existencia de un sector sumergido del yacimiento de Isla Canela-Punta del Moral.

Los datos más contundentes vieron la luz, tal y como publicó este rotativo, tras las actuaciones de 2015-2016, durante la ejecución de la obra de reforma de la carretera que da acceso desde Torre Canela a la aldea de Punta del Moral. Aquellos trabajos sacaron a la luz un monumento funerario, almacenes industriales y una necrópolis de inhumación.

Todas las evidencias se encuentran protegidas y tapadas a ambos lados de la actual carretera en espera de su investigación y puesta en valor. Desde la dirección arqueológica se propuso en la memoria de intervención la necesaria declaración del lugar como BIC bajo la categoría de Zona Arqueológica y la creación de un itinerario cultural a lo largo del recorrido del trazado viario, que incorporara la puesta en valor definitiva del panteón conocido, el nuevo mausoleo funerario descubierto y, al menos, alguno de los almacenes industriales. Todo ello con cartelería explicativa.

"Nada sabemos de todo ello a día de hoy", indican desde el círculo, que se pregunta si los intereses urbanísticos existentes en el lugar, junto a un PGOU en tramitación para la ciudad de Ayamonte que no termina de llevarse a cabo, tienen algo que ver. En este sentido, critica la "inoperancia" de la Consejería de Cultura.

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