El relator de Extrema Pobreza y Derechos Humanos de la ONU, Philip Alston, visitó hace unos días uno de los asentamientos de la provincia de Huelva con el objetivo de elevar un informe de la situación de los mismos. Ante este hecho, la directora de Cáritas Diocesana de Huelva, Pilar Vizcaíno, hizo una crítica y dura valoración de “desidia de las administraciones”. La directora denunció que las personas “viven en condiciones de verdadera mierda. No puede vivir una persona rodeada de basura y estar todos mirando hacia un lado”.

Vizcaíno apuntó que el relator de la ONU pondrá de manifiesto “lo que tenga que hacer”, aunque “como él mismo dijo los informes que hace la ONU no sirven para nada”. En esta línea, la directora de Cáritas tiene la sensación “del cansancio” de las entidades que acompañan estas realidades pero “no podemos tirar la toalla porque si nosotros les faltamos lo pierden todo”. A pesar de todo, Vizcaíno apuntó que las personas que viven en los asentamientos “siempre te reciben con una sonrisa”, e incluso “estuvieron buscando latas de pintura para que nos pudiéramos sentar porque no tenían otra cosa que ofrecernos, pero te acogen”. Ante esta situación, la directora de Cáritas dijo de manera clara y contundente que la chabola “no es un lugar digno para vivir” y más cuando los que viven allí vienen a España “con una esperanza, que es una vida mejor, exactamente igual que la que deseamos para nosotros y nuestros hijos”. Por tanto, exclamó que “tienen derecho” a que de alguna manera “lo mínimo para vivir esté cubierto”.

Para hacer frente a esta situación, desde Cáritas Diocesana de Huelva se inició hace tiempo un proceso de “dignificar la vida de los asentamientos”. Lo más importante y prioritario, reclamó Vizcaíno, es que se facilite agua porque “es la principal necesidad humana que ellos manifiestan que necesitan para vivir”. Un reclamo que llega en los más de treinta asentamientos que se encuentran en el territorio onubense. Una imperiosa necesidad para “cocina, fregar, que se laven, para la salud...” ya que “eso genera enfermedades”. Así, y con la presencia de la delegada del Gobierno en Huelva, Bella Verano, desde Cáritas se pidió que todas las Administraciones junto con las entidades que trabajar en el marco de los asentamientos lleguen a buscar puntos en común para atajar el problema.

Antes esta amplia valoración, Bella Verano, apuntó que “tiene mucha razón la directora de Cáritas” porque “evidentemente las Administraciones somos las tenemos que poner de nuestra parte”. En relación a la visita de del relator a los asentamientos, Verano se mostró preocupada por la situación, no por el informe porque lo que vaya a decir “lo sabemos todos”, ya que “conocemos la cruda realidad de esos asentamientos”. La magnitud del problema, apuntó la delegada del Gobierno, ha llegado hasta tal punto que sale de nuestras fronteras ya que ni “el alcalde de un pueblo puede hacerse responsable, ni el presidente de la Junta, ni el de la nación”. Y es que para Verano esto son problemas “internacionales” a los que se “tiene que buscar una solución”.

Por su parte, Verano recordó que la Junta de Andalucía aprobó para políticas migratorias “más de un millón de euros para infraestructuras y más de 4,5 millones de euros para medidas los Menores Extranjeros No Acompañados (Menas)”. En este punto la delegada del Gobierno en Huelva indicó que “se hace un esfuerzo pero claro, hay que tomar otro tipo de medidas porque estas personas no pueden seguir viviendo en asentamientos sin agua, sin luz, y en condiciones sanitarias peligrosas, además de problemas tan gordos como incendios que han sucedido en los últimos tiempos”.