Crisis en las mancomunidades

El Andévalo destinó el 73,6% de sus cuentas a pagar altos cargos y un coche

  • Las partidas presupuestarias de 2007 destinadas a abonar los honorarios de directivos suponen el 44,3% del montante global · En la entidad del Condado, el PA ya advirtió en 2004 del déficit económico

La Mancomunidad del Andévalo destinó el 73,6 por ciento del presupuesto de 2007 a costear las retribuciones de altos cargos de la entidad y a la adquisición de un vehículo. En pleno debate sobre financiación local y con una crisis en las entidades por falta de recursos, que ha llevado a alguna mancomunidad a dar el cerrojazo mientras que otras están con el agua al cuello, sale a la luz un documento del Ayuntamiento de El Cerro del Andévalo, fechado en enero de este mismo año, en el que se da cuenta de las referidas partidas presupuestarias.

Cinco meses después de que el alcalde de Paymogo, José María Infante, tomara el relevo de Fernando Recio al frente de la Mancomunidad del Andévalo (el cambio se produjo hace un año, en julio de 2007), el ente celebrara sesión plenaria para la aprobación de unas cuentas (diciembre de 2007) de poco más de 120.000 euros.

En el referido escrito del Ayuntamiento de El Cerro, gobernado por el PP, se concreta que las partidas destinadas a pagar los honorarios de altos cargos, así como retribuciones complementarias de la Administración General, representaban el 44,3 por ciento del proyecto presupuestario. Hay otras dos partidas que no pasan desapercibidas en tanto que se dirigen a la adquisición de un vehículo y al mantenimiento y seguro del mismo, gastos que suman el 29,27% del presupuesto y que, unidos a las remuneraciones de los altos cargos, hacen el 73,6 por ciento del total presupuesto.

Este periódico trató ayer de contactar, sin éxito, con José María Infante para conocer la situación económica en la que se encuentra la Mancomunidad y los detalles del presupuesto 2007.

En otra comarca de la provincia, el Condado, el alcalde de Niebla, Francisco Viejo, ya alertó en 2004, antes de que se abandonara la entidad, "del profundo déficit económico" que arrastraba la Mancomunidad Condado-Campiña, que nació con las competencias de asumir el mantenimiento de los caminos rurales. Para frenar la hecatombe a la que a su juicio estaba abocada la entidad, Viejo propuso una batería de medidas para la contención del gastos y frenar con ello "la sangría de recursos" que sufrían las arcas supramunicipales, en una entidad donde "habían más jefes que indios" y soportaba las "suntuosas y holgadas" nóminas del presidente y vicepresidente, un factor que impedían "cualquier margen del maniobra". Ante esta situación, desde el PA se abogó por eliminar las liberaciones políticas e ir abonando con estos recursos las elevadas deudas que se arrastraban.

El edil andalucista relata que la situación había llegado a tal punto de que los ayuntamientos tenían que sufragar el coste del gasoil de las maquinas en cada uno de los municipios. Además, denuncia que la entidad había pasado a convertirse en "un aparato al servicio del PSOE y no de los ciudadanos".

Una visión diametralmente opuesta sostiene el alcalde de Villalba del Alcor, Felipe Pérez, quien acusa al PP y al PA, tras su abandono, de haber dejado en una situación "insostenible" a la Mancomunidad. En su fundación, aglutinó a 18 municipios y dimensionó, argumenta, su plantilla y su inmovilizado en función de la población. Pérez recuerda que, debido a esta circunstancia, cuando los ayuntamientos gobernados por populares y andalucistas abandonaron la entidad, ésta quedó en una situación muy crítica, ya que se dejaban de percibir una importante inyección económica que, a la postre, se ha demostrado fundamental para el sostenimiento de las nóminas de los trabajadores y los preceptivos gastos de administración. Ante los comicios municipales, el PSOE optó por un plan de contención del gastos y que pasara a manos de Aguas del Condado.

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