Provincia

Amigos y vecinos de Niebla se vuelcan con Valentín Ramos

  • La sorpresa y el estupor reinan en la localidad onubense el día después del asalto.

El asalto a la vivienda de Valentín Ramos capitaliza desde el lunes las conversaciones entre los vecinos de Niebla. La sorpresa y la consternación por la violencia de los hechos se deja ver entre los iliplenses, que aún no creen que un atraco de esas características haya podido suceder en el municipio, y menos a una persona tan querida y respetada como el empresario relojero.

El temor a los robos se ha extendido entre la población, aunque es general el pensamiento de que se trata de un hecho aislado, ya que "nunca ha pasado nada parecido aquí". "Estamos acostumbrados a ver en la tele atracos como éste en ciudades grandes y ahora nos asusta saber que ha pasado al lado de casa", comentan algunos vecinos.

El alcalde de Niebla, Antonio Fernández Regidor, lo confirma: "Nunca ha ocurrido nada de este tipo en Niebla. Sí ha habido robos en casas de campo, sin mucha importancia, pero nunca asaltos con ese ensañamiento. Nos indigna a todo el pueblo que alguien pueda entrar a robar y se emplee con esa violencia", comentó a este diario.

El edil, que ha querido estar en contacto en todo momento con la familia, asegura que el Ayuntamiento "ya ha puesto a disposición de la Guardia Civil nuestros medios para que se puedan esclarecer los hechos" y confió en la "rápida detención" de los agresores, y en el papel que pueda desempeñar posteriormente la Justicia.

Muy afectado se encuentra un amigo íntimo de Valentín Ramos, Alfredo, propietario del popular bar La Parada en Niebla. Confesó a este periódico que no pudo evitar emocionarse cuando el lunes acudió a las 9:30 a la vivienda, donde encontró al matrimonio todavía muy afectado por los hechos.

Un día después, aún mostraba su pesar por el atraco y, sobre todo, su rabia por tratarse precisamente de Valentín. "Si hay alguien que no merece nada de esto es él. Es una persona muy buena, muy tranquila, que nunca tiene un mal gesto para nadie. Es increíble que algo como esto le pueda pasar a él", comentó.

Alfredo tuvo oportunidad de visitar de nuevo ayer al mediodía al matrimonio, al que llevó comida preparada para el almuerzo. "Valentín no quería que su mujer se metiera en la cocina un día como éste", apuntó, mientras se sucedían los elogios a un amigo de toda la infancia, un iliplense más, al que sus vecinos no quieren dejar solo en estos momentos.

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