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Alertan de que el veto a pescar a más de 400 metros de profundidad conllevará un aumento de la presión pesquera en Huelva

  • Alrededor de 40 embarcaciones del Golfo de Cádiz sufrirán el impacto de la prohibición según la FAAPE

Jornada de pesca en el Golfo de Cádiz.

Jornada de pesca en el Golfo de Cádiz. / Miguel Ángel González

La Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE) ha advertido este lunes que la entrada en vigor de la prohibición de la pesca de fondo a más de 400 metros de profundidad en el Atlántico va a acarrear un aumento de la presión pesquera en zonas que no se ven afectadas que recibirán más embarcaciones.

Aunque en estos momentos el sector de arrastre del Golfo de Cádiz está en período de veda, por lo que este veto, en vigor desde ayer, por el momento no les está afectado, sí que lo ha hecho a embarcaciones que tienen autorización para faenar en Portugal.

Una vez concluya el paro biológico del arrastre, serán unas 40 embarcaciones del Golfo de Cádiz -con base en Huelva y Cádiz), las que de manera directa sufrirán el impacto de la prohibición, si bien de manera indirecta su afección es para todo el sector. Asimismo, las especies cuya captura se verá más afectada por la medida en el caso de este caladero son, principalmente, la cigala, seguida de la gamba blanca de mayor tamaño.

En declaraciones, el vicepresidente de la FAAPE, Alonso Abreu, ha precisado que la prohibición por parte de la Comisión Europea se ha determinado sin tener en cuenta los informes científicos actuales y, precisamente, es eso lo que el sector reclama, que se usen dichos informes y que, a su vez, se realice un estudio del impacto socio-económico de la prohibición de la pesca en esas zonas "que no lo hay y debería de haberlo".

Sobre las consecuencias del veto ha apuntado que "el sentido común dice que como hay zonas que están prohibidas y hay barcos que tienen posición habitual en dichas zonas pues se van a desplazar hasta otras donde ya había pesca y va a aumentar la presión pesquera en ellas".

"La pesca no son matemáticas y no podemos enumerar importes de pérdidas, pero sí es cierto que va a haber mucha mayor presión pesquera en una zona más pequeña y eso va a ser negativo", ha apuntado Abreu.

Según ha explicado, "dentro de las zonas prohibidas habría que comprobar donde está exactamente el espacio marino vulnerable y hacer una delimitación de acceso con un perímetro mucho más pequeño porque el establecido ahora es enorme"; es decir, "se podría usar esa información que tienen los científicos y llegar a un equilibrio entre nuestras necesidades para seguir siendo rentables y la protección del medio ambiente, porque ahí estamos completamente a favor".

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