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Acusan al ex director financiero de Hudisa del desvío de 400.000 euros en cheques falsos, viajes de lujo y gastos personales

  • La acusación particular pide penas de 8, 6 y 3 años de prisión para J. B. C. y de 3 para R. G. B., su mujer durante los años en los que presuntamente se cometieron los delitos

Escritos de acusación de la Fiscalía y la acusación particular.

Escritos de acusación de la Fiscalía y la acusación particular. / M. G. (Huelva)

Hoteles de lujo, viajes, contrataciones ficticias de un familiar directo, cheques al portador por gastos personales y uso descontrolado de tarjetas de crédito sin autorización engrosan los escritos de acusación tanto de la Fiscalía como de la acusación particular remitidos al juzgado de Instrucción 2 de Ayamonte contra el que fuera director financiero de Hudisa, comercializadora de frutos rojos de la costa occidental de Huelva y que procesa más de 20 millones de kilos al año. Según la documentación a la que ha tenido acceso Huelva Información, J. B. C. y su esposa R. G. B se beneficiaron presuntamente del desvío fondos por un montante total que supera los 400.000 euros.

Por todo ello, la acusación particular solicita para el principal encausado ocho años de prisión y 24 meses de multa por un delito continuado de estafa, otra de seis años y 12 meses de multa por administración desleal y tres años y 12 meses de multa por falsedad documental. R. G. B. se enfrenta a una petición de tres años de prisión por un delito continuado de estafa. La Fiscalía sostiene que las actuaciones de ambos deben ser penadas con cinco años y 12 meses de multa además de tres años y 12 meses de multa por un delito continuado de administración desleal y falsedad, respectivamente. Para R. G. B. pide dos años de cárcel y seis de multa. En concepto de responsabilidad civil, tanto acusación particular como Fiscalía, piden una cuantía que asciende a 438.166,04, de los cuales 37.777,04 corresponden de forma conjunta y solidaria a R. G. B

Los hechos denunciados ocurrieron entre 2004 y 2014. En ese tiempo, J. B. C. hizo presuntamente uso de posición de control sobre la sociedad que engloba a 19 cooperativas de frutos rojos provinciales en beneficio propio. Según explica la acusación particular, causó baja en la compañía cuando “se hubieron evidenciado por parte de la entidad las graves irregularidades cometidas en la contabilidad realizadas por él mismo y tras el reconocimiento expreso de muchas de ellas”. Este mismo documento explica que J. B. C. se hizo valer “de su jerarquía y abuso manifiesto de posición de poder dentro de la entidad Hudisa, cuyas funciones como director general de la administración, teniendo bajo su dependencia personal todos los asuntos económicos y financieros de la empresa (…) así como potestad para ordenar a la gestoría externa realizar altas y bajas en la Seguridad Social de trabajadores y la contratación y confección de nóminas de los mismos, teniendo por lo tanto acceso absoluto a toda la documentación y datos de la empresa”. Además, insisten los escritos de acusación, “falsificó la firma del entonces gerente para realizar las acciones para las cuales eran necesarias dichas firmas”. La Fiscalía asegura que emitió al menos “106 cheques”.

Gracias a esta posición “contabilizó compras y gastos ficticios generando cheques bancarios al portador con los que saldar dicha deuda generada por él mismo y en su beneficio propio y en el de su entonces mujer”. Por este fraudulento método dispuso presuntamente de las cuentas de Hudisa 168.415,11 euros en 2012 y 129.274,66 en 2013”. Con tarjetas de crédito no autorizadas hizo pagos en tiendas de artículos de regalo como Swarowski, Apple Store, descargas de iTunes, FNAC, El Corte Inglés o Mediamarkt, entre otras. Fue este el método utilizado, según la documentación, para abonar estancias en hoteles como Don Carlos, Don Pepe y Puente Romano de Marbella; Palacio del Bailio de Córdoba; Villamagna y Miguel Ángel en Madrid; EME Catedral, Meliá Colón, Alma, Palacio de Villapanes, Silken Andalus en Sevilla; Barceló y Meliá Sancti Petri en Cádiz, Burgundy y Champs Elysées en Paris o Majestic en Roma; donde se alojaba “en habituaciones suite y gran lujo”. En ese apartado se añaden gastos en hostelería catalogados como “consumos excesivos”. El gasto con las tarjetas asciende a 82.427,46 euros. A través de la preseuntacontratación ficticia de R. G. B. entre 2009 y 2013 aparece la cantidad de 37.777,40 euros así como otros 22.000 en cursos de formación particulares en 2010. La contratación ficticia puede degenerar además en un delito de fraude a la Seguridad Social por las prestaciones y subsidios que hubiese podido percibir, a la cual pide la acusación particular que se le traslade la información por si considera necesario ejercer las acciones que le correspondan. El total de las supuestas operaciones irregulares asciende a 442.119,47 euros.

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