Tribuna

José Alejandro de la Corte gallardo

Exsecretario general de la Real Sociedad Colombina Onubense

Voto Colombino, 525 aniversario

De todos es bien conocido el cariño que le tienen las gentes de la mar a la Virgen de la Cinta y la devoción que se ha inculcado con los años en las familias onubenses

Voto Colombino, 525 aniversario Voto Colombino, 525 aniversario

Voto Colombino, 525 aniversario

La Real Sociedad Colombina Onubense y la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta celebrarán una solemne rememoración del Voto Colombino el próximo sábado día 3 de marzo, a las 19:30 en el Santuario de la Virgen de la Cinta, en recuerdo de la promesa de Cristóbal Colón, cumplida en dicho Santuario en el año 1493 a la vuela del viaje descubridor de América, es decir, ahora hace 525 años.

"Nos reunimos hoy en este Templo (2-3-1971) para honrar a nuestra Patrona, en la fe religiosa del almirante de la mar océana, Cristóbal Colón, que representaba en aquellos momentos la honda devoción que unos hombres profesaban a Santa María de la Cinta"; estas palabras nos las decía en el acto celebrado en La Cinta, en la fecha arriba indicada, nuestro actual presidente, José María Segovia Azcárate.

Según descripción del Diario de Colón -jueves 14 de febrero de 1493-: "Esta noche creció el viento. Salido del sol, fue mayor el viento y la mar cruzando más terrible, destrozando las velas, llevando el papahígo sólo y bajo, para que el navío saliese de entre las ondas que cruzaban, porque no la hundiesen. Viendo el peligro de hundirse echaron en suerte un romero que fuese a Santa María de Guadalupe (Cáceres) y llevase un cirio de cinco libras de cera y que hiciesen voto al que cayese la suerte cumpliera la romería; mandó traer garbanzos en número igual al de personas que había en el navío. Con un cuchillo le hizo una cruz a un garbanzo y los metió en un bonete. El primero que metió la mano fue el almirante y cayó sobre él el cumplir el voto y ser el tener que ir a Guadalupe. De nuevo se echó suerte para enviar un romero a Santa María de Loreto, en Ancona, Italia, lugar de muchos y grandes milagros, y cayó la suerte a un marinero del Puerto de Santa María que se llamaba Pedro de Villa, al que el almirante le prometió facilitarle el dinero para las costas.

Se acordó enviar otro romero para que velase una noche en Santa Clara de Moguer, se tornaron a echar los garbanzos con el de la cruz y cayó la suerte al mismo almirante.

El temporal fue calmándose, pero el domingo, 3 de marzo, -comenta Cristóbal Colón en su Diario de a bordo-: "Después del sol puesto, navegó a su camino al este, vínole una turbiada que le rompió todas las velas, y vídose en gran peligro, más Dios los quiso librar. Echó suertes para enviar un peregrino dizque a Santa María de la Cinta en Huelva, que fuese en camisa, y cayó la suerte al almirante. Hicieron todos también voto de ayunar el primer sábado que llegasen, a pan y agua".

San Bartolomé de las Casas en su manuscrito tomado del propio Diario de a bordo de Colón, nos hace la misma descripción antes mencionada y después de cuantiosas investigaciones y consultas, nos vuelve a decir: "Echó suerte para enviar un peregrino dizque a Santa María de la Cinta en Huelva, que fuera en camisa, y cayó la suerte en el almirante".

Y hoy rememoramos esos históricos momentos, y el almirante Cristóbal Colón es representado por el almirante de la Flota, con base en Rota (Cádiz), por el Excmo. Sr. don Juan Rodríguez Garat, que encenderá el cirio votivo y será recibido por nuestro obispo, Excmo. Sr. don José Vilaplana Blasco, en el mismo santuario que hace 525 años realizó la ofrenda el mismo almirante Cristóbal Colón.

El franciscano padre Ángel Ortega Pérez en su monumental obra La Rábida, en su tomo I, dedica un capítulo a describir varios satuarios marianos de especial relevancia, hace una especial mención al Santuario Ermita de Nuestra Señora de la Cinta, Patrona de Huelva, y establece su origen, a los principios del siglo XV.

La Virgen de la Cinta fue declarada Patrona Celestial de la ciudad de Huelva a petición del primer obispo de Huelva, Pedro Cantero Cuadrado, el día 11 de marzo de 1964, y firmado dicho documento y otorgado dicho patronazgo por el Papa Pablo VI, en su primer año de su pontificado.

De todos es bien conocido la devoción y cariño que le tienen las gentes de la mar a la Virgen de la Cinta y la devoción que a lo largo de los años se ha inculcado en todas las familias onubenses, y sabemos que Ella cuida de nosotros, de su Huelva y de todos que los que la aman, y así demostramos nuestro amor a su Hijo Jesucristo y a Dios.

Sólo nos resta a nosotros también hacer voto para que nos cuide y nos proteja y bendiga de un modo especial a Huelva siempre.

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