Tribuna

Equipo directivo de los Distritos Sanitarios de Atención Primaria Huelva-Costa y Condado-Campiña

Día de la Atención Primaria

Centro de Salud de las Adoratrices, en plena pandemia.

Centro de Salud de las Adoratrices, en plena pandemia. / Alberto Domínguez

Hoy 12 de abril se celebra el Día de la Atención Primaria, por lo que desde los Distritos Sanitarios Huelva-Costa y Condado-Campiña levantamos la voz para visibilizar la insustituible y admirable labor de la Atención Primaria en la gestión de la pandemia provocada por el coronavirus.

Aunque al principio de la pandemia el foco mediático estuvo centrado en los recursos hospitalarios, esto no supuso ninguna barrera para que la Atención Primaria mantuviera sus actividades asistenciales.

La Atención Primaria, y todos los profesionales que en ella trabajan, han realizado desde entonces un papel admirable, tanto en la contención de la pandemia como en la sostenibilidad del sistema sanitario. Miles de casos de coronavirus son valorados, tratados y seguidos desde Atención Primaria, la mayoría de los cuales no precisan atención hospitalaria, contribuyendo de esta forma a evitar el colapso del sistema sanitario y a frenar la transmisión comunitaria.

Desde los médicos de familia que, con su admirable fuerza, han conseguido mantener la calidad de la asistencia, soportando el peso de la responsabilidad que la pandemia exige de ellos, y consiguiendo estar a la altura en todo momento; el papel de la enfermería, ofreciendo cuidados, recomendaciones de aislamiento, limpieza e higiene fundamentales para reducir los contagios, y su incansable labor en la vacunación; pasando por matronas con su atención a las embarazadas, pediatras, trabajadores sociales acompañando en los miedos y en la soledad; epidemiólogos, con su incansable afán por proteger la salud pública para conseguir vencer a la pandemia; profesionales de equipos de asistencia a las urgencias extrahospitalarias, que han llevado a cabo una labor admirable. Todos los profesionales, sanitarios y no sanitarios, trabajan con entereza, valentía, respeto y profesionalidad, ofreciendo el apoyo emocional a los pacientes, familias y entre sí, que sigue siendo crucial para poder seguir adelante.

A ninguno de estos profesionales se les ha visto mucho en los medios de comunicación, pero su labor ha sido excepcional, sin descanso, tanto antes como durante la pandemia, y como, casi sin aliento, seguirá siendo en adelante y siempre.

No olvidemos que la Atención Primaria no es solo la puerta de entrada, es el centro de la estructura asistencial del sistema de salud, y en numerosas ocasiones también es la puerta de salida. Siempre en primera línea, ha demostrado una gran capacidad para adaptarse a la situación, cambiando de manera radical su forma de trabajo en grupo, sin abandonar la atención al resto de patologías y de pacientes crónicos. La consulta telefónica y el control del acceso a los centros de salud han resultado esenciales para controlar la cadena de transmisión y poder seguir atendiendo a todos los pacientes.

El liderazgo de la Atención Primaria desde el inicio de esta crisis es incuestionable, así como su capacidad para hacer frente a la reorganización y normalización gradual de la asistencia sanitaria.

Seguiremos luchando para conseguir los recursos y medidas necesarias que capaciten a la Atención Primaria para prestar una asistencia sanitaria de calidad, que permita llevar a cabo una actuación preventiva, así como recuperar la actividad asistencial a demanda y programada en los centros de salud, que hasta ahora ha estado contenida.

Se reescribirá la historia de la Atención Primaria con un antes y un después de esta crisis, que nos debe hacer recapacitar sobre lo que nos queda por recorrer hasta conseguir todo aquello por lo que hemos luchado para mejorarla.

Por suerte, adaptarse a la situación ha traído algunos cambios que han derivado en una mayor eficiencia, como es la implantación de la consulta telefónica, que tantas demandas presenciales innecesarias ha evitado y puede seguir evitando, ofreciendo así mayor calidad en la atención a nuestros pacientes, y un plus de seguridad para evitar contagios entre pacientes vulnerables y profesionales esenciales. La capacidad de poder filtrar las consultas presenciales ya supone un antes y un después de gran envergadura, que se traducirá en la optimización de algo tan preciado y tan demandado en Atención Primaria, como es el tiempo que podamos dedicar a nuestros pacientes.

Desde los Distritos Sanitarios suscribimos las propuestas de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria, que propone una serie de objetivos para mantener la capacidad de la Atención Primaria y prestar una asistencia sanitaria de calidad, entre los que se encuentran, ofrecer protección a los profesionales sanitarios que les permita trabajar con seguridad, incrementar la autonomía de los centros de salud, para lo que se necesitan recursos materiales y humanos, permitir al profesional elegir el recurso (telemático, presencial o a domicilio) según la necesidad de los pacientes y en función de criterios clínicos. Quizá podamos ver cumplido el sueño de los ansiados diez minutos. Queda mucho por recorrer aun saliendo airosos de esta pandemia.

Terminamos con un deseo que nos gustaría compartir con todos los profesionales dedicados a la Atención Primaria, nuestros compañeros, y es que ojalá se cumpla la célebre frase de Albert Einstein, “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y los países, porque la crisis trae progresos”, y no su definición de locura, “hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”.

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