Tribuna

Sixto Romero Sánchez

Profesor de la Universidad de Huelva y Pte de la Academia Iberoamericana de la Rábida

Consenso latinoamericano postcovid (I)

DESDE hace años la Academia Iberoamericana de La Rábida, desde su creación se ha centrado en el estudio de cualquier tema histórico, literario, artístico, científico o técnico, relacionado con la cultura y la sociedad andaluzas, así como en la interrelación entre éstas y la cultura y la sociedad iberoamericanas, con el convencimiento de que el reconocimiento del valor que la diversidad cultural representa para el desarrollo de las personas y de nuestras sociedades, favorecerá un incremento de los intercambios culturales, artísticos y científicos entre los países iberoamericanos, a través de mecanismos que garanticen la preservación de nuestras identidades.

El pasado mes de noviembre de 2019 publiqué, en esta sección, una serie de artículos cuyo contenido fue exponer brevemente el trabajo realizado por Claire Decobert, investigadora de la Universidad de la Sorbonne Nouvelle, sobre: Le discours de Juan Carlos I à propos de l'Hispanité, comment enseigner quelques faits de civilisation? (¿El discurso de Juan Carlos I sobre la Hispanidad para enseñar algunos hechos de la civilización?). Con ello pretendía extraer la idea de que la visión externa de estudiosos de otros países puede hacernos ver detalles que condicional o incondicionalmente se nos escapan, por razones obvias. La autora francesa consigue un objetivo importante: que los estudiantes universitarios franceses interesados en la civilización española adquieran un máximo de conocimiento durante un período determinado, un concepto clave o un evento específico basado en documentos originales históricos. Es así como los discursos conmemorativos de la efeméride, en el día de la Hispanidad, puede ser una herramienta útil que nos permite recordar eventos pasados en su contexto original, y también reconocer el espíritu e idea personal del orador (Juan Carlos I, rey de España) sobre estos eventos. En un momento crucial de nuestra historia en el que el monarca emérito no está pasando por sus mejores momentos, de todos conocidos, me permito en esta ocasión acercarme de otra manera (basándome en el espíritu de los discursos de conmemoración del 12 de octubre, en los que Juan Carlos I, entrelazaba el pragmatismo del lenguaje político y la visión idealizada de un pasado glorioso: "…solo una fuerte unión entre los diferentes pueblos hispanoamericanos puede permitir construir un nuevo orden económico internacional. El Rey se niega a que esta pluralidad y este pasado común se desintegren con el tiempo y que las condiciones de vida de los miembros de la comunidad y las relaciones económicas se deterioren…" (sic), poner en valor el trabajo realizado por el Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, sumándose así al Consenso latinoamericano 2020: Una nueva visión para la era post-Covid-19, una iniciativa liderada por Ramón Casilda Béjar y José Antonio Ocampo, en la que han una amplia gama de investigadores y ex funcionarios públicos latinoamericanos y españoles, proponiendo una agenda integrada para el desarrollo de América Latina en la era post-Covid-19.

América Latina llegó a la pandemia de la Covid-19 en una situación compleja. 2019 fue un año de crecimiento regional virtualmente nulo que completó el peor lustro de desempeño económico desde el final de la Segunda Guerra Mundial. América Latina es la región del mundo en desarrollo que se verá afectada de forma más severa. Además, se ha convertido en uno de los grandes focos de la pandemia, lo cual genera incertidumbres adicionales.

La economía, como todas las ciencias sociales, está sujeta a una evolución que se puede caracterizar, desde el punto de vista que aquí nos interesa, por la alternación de paradigmas explicativos sobre la naturaleza de los problemas económicos que afectan a la sociedad, y de las políticas que pueden y deben considerarse más eficaces para hacerles frente.

La naturaleza de los problemas económicos que afectan a la sociedad requiere de políticas que puedan y deban considerarse más eficaces para hacerles frente.

Es por eso que se propone lo que en este documento se denomina El Consenso Latinoamericano 2020, que se presenta como un programa de referencia para hacer frente a las debilidades estructurales de la economía latinoamericana que se han acentuado con la crisis de la Covid-19: baja productividad, alta informalidad, insuficientes niveles de capacitación laboral, tamaño reducido de sus empresas, acusada dependencia exportadora de productos primarios y profundos desequilibrios sociales, que la sitúan como una de las regiones más desiguales del mundo.

El Consenso Latinoamericano 2020 tiene como meta una nueva capacidad productiva y elevar la calidad del capital y del trabajo, para generar más riqueza y evitar el ensanchamiento de la pobreza y la desigualdad. Generar mejores condiciones sociales para la población es un imperativo ético, pero también evitaría una mayor desintegración social y política.

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