Decenas de miles de personas recorren ya los caminos que llevan a la aldea de El Rocío para disfrutar un año más de la romería en honor a la Virgen del Rocío. Integrantes de las 121 hermandades filiales de la Matriz de Almonte recorren los parajes onubenses al encuentro de la Divina Pastora en unos días marcados por el esfuerzo, el sacrificio, el compañerismo y la celebración. La mayor romería de cuantas se celebran reunirá este fin de semana aproximadamente a un millón de personas en la aldea almonteña para ver salir en procesión a su Virgen en la madruga del próximo lunes día 21. Una concentración de tal relevancia requiere de un ingente esfuerzo humano para que todo salga como está previsto y del desarrollo de unos sistemas de seguridad y asistencia de primer nivel. El Plan Romero y el Plan Aldea desplegarán durante estos días a 6.000 efectivos de los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, miembros de la Policía Local de Almonte, efectivos del Infoca, profesionales sanitarios de diversa índole, bomberos y otros grupos profesionales para lograr que nada se salga del guión y garantizar a los miles de peregrinos que la romería se celebre de la mejor forma posible. En unos momentos además especialmente delicados dada la situación de alerta internacional por el terrorismo yihadista, el control exhaustivo de hasta el más mínimo detalle se hace imprescindible. Y para que todo esto pueda llevarse a cabo sin lugar a dudas los primeros implicados deben ser los propios romeros. Desde el inicio de su camino como peregrinos, los devotos de la Blanca Paloma han de dar un ejemplo de compromiso por el mantenimiento del entorno en el que se desenvuelven. Tras los pavorosos incendios del verano pasado, el cuidado del Parque de Doñana es una prioridad aún mayor y su conservación por los propios caminantes, un ejemplo de compromiso y fervor. Una vez culminado el camino, la aldea ha de ser lugar de encuentro, de respeto a la tradición y de celebración dentro de los límites pertinentes. Las indicaciones en materia de seguridad deben cumplirse a rajatabla para evitar problemas y para transmitir la imagen adecuada de este encuentro de fe. Porque no debe olvidarse que la romería del Rocío tiene como misión principal acompañar a la Virgen y que cuanto se haga para dar una imagen fidedigna y adaptada a esta realidad es poco. Cada año se repiten imágenes desajustadas, minoritarias de excesos o maltrato a los animales, imágenes que deben ser desterradas y denunciadas en el primer momento para evitar campañas de desprestigio amparadas en el desconocimiento y los tópicos deslocalizados.

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