Un verano más, los onubenses y las decenas de miles de turistas que nos visitan durante el verano vuelven a sufrir atascos interminables y retenciones en las carreteras de acceso a las playas de la provincia. Como si de una postal típica se tratase, la imagen de los puentes de acceso y regreso de Punta Umbría cargados de vehículos vuelve a circular por los periódicos y redes sociales ante el hastío y el cansancio de la población. En otros lugares de la costa, como la entrada a las playas de La Antilla, también es común encontrar colapsos circulatorios que en nada contribuyen a mejorar la imagen turística que ofrece Huelva. El mal estado de las vías que llevan al mar alcanza su máxima expresión en la A-483 que une Almonte con Matalascañas y que ha sido noticia estos días por varios accidentes de circulación que incluso se han cobrado la vida de dos jóvenes. Sería injusto culpar de este luctuoso hecho a la administración, pero sí que es de justicia destacar que el escaso cuidado que muestran algunas vías de comunicación en nada favorece la seguridad vial. Los rigores presupuestarios impuestos por la crisis económica es cierto que se dejan notar en todas las carreteras, pero dicha austeridad ha de contemplarse con mucho cuidado cuando estamos hablando de uno de los pilares de la economía onubense. Los empresarios turísticos llevan años reclamando a la Junta de Andalucía que aborde de una vez por todas un plan en profundidad para evitar que cada verano volvamos a sufrir caravanas interminables. Si la provincia quiere ser un destino ideal de vacaciones, que ya lo es, es perentorio tomar medidas que sirvan para aliviar la presión que produce el tráfico. La construcción del tercer carril de la A-49 hasta Chucena anunciada por el Gobierno es una primera medida, pero hay que ir más allá. En ese sentido, la propuesta lanzada ayer por el PP para utilizar el Puente Sifón como vía alternativa de única dirección en momentos álgidos de circulación nos parece digna de ser estudiada. La pelea política y la búsqueda de rédito electoral no pueden frenar el desarrollo provincial. Cierto es que necesitamos que venga la Alta Velocidad y que haya un aeropuerto que traiga turistas extranjeros. Pero nada de ello servirá si una vez que hemos logrado que estos vengan a visitarnos se llevan una pésima imagen de nuestras conexiones. Si no conseguimos superar nuestros lastres históricos muy poco útil será el esfuerzo de promoción que el Patronato de Turismo y la Junta están llevando a cabo para atraer más visitantes a nuestras costas. Debemos dar pasos hacia adelante y hacerlo sin demora.

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