El pacto entre el PP y Cs en Andalucía parece funcionar bien. De hecho, la alianza alcanzada entre los dos partidos del centroderecha español en la Junta de Andalucía (que ya ha conseguido sacar adelante sus primeros Presupuestos) se extenderá a un importante número de municipios andaluces, fundamentalmente aquellos donde les sea posible alcanzar el poder. En estos momentos se está negociando localidad por localidad y todavía no ha trascendido el listado de las poblaciones e instituciones donde se ejecutará dicho acuerdo marco, aunque ya se sabe que la Diputación de Málaga está entre ellas. Sin embargo, otras, como el Ayuntamiento de Granada, están aún pendientes.

Según los populares, con el pacto "se traslada a los andaluces la imagen de estabilidad y eficacia del Gobierno del cambio de la Junta de Andalucía" y se "mejora la calidad de vida de todos los vecinos". Por su parte, Ciudadanos eleva más los objetivos y asegura que con el acuerdo se logrará "defender desde los consistorios la unidad de España e impulsar la necesaria rebaja fiscal que convierta a los ayuntamientos andaluces en el salvavidas naranja contra el sablazo fiscal del Gobierno del socialista, Pedro Sánchez, así como fomentar las políticas necesarias para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en cada uno de los municipios donde la formación liberal está presente".

Más allá de las diferentes proclamas de los dos partidos, lo cierto es que el pacto es positivo, porque dotará de estabilidad a no pocos municipios andaluces. En unos tiempos en los que la fragmentación del espacio político dificulta en demasía la gobernabilidad de ayuntamientos y diputaciones, todas las iniciativas destinadas a llevar tranquilidad política a estas instituciones deben ser bien recibidas. Pese a lo que se creía en un principio, tanto Ciudadanos como el PP están demostrando en el Gobierno de Andalucía una capacidad de acuerdo y entendimiento que bien puede trasladarse al ámbito municipal, algo que, sin embargo, no ocurre en el resto de España.

Después del largo ciclo electoral que ha vivido Andalucía, los ciudadanos quieren gobiernos estables que se puedan centrar en la resolución de sus problemas más cotidianos: limpieza, transporte, zonas verdes... Todos los pactos que, con moderación y responsabilidad, sirvan para lograr este objetivo son positivos. Pasados los comicios es hora de hacer política útil, la que sirve para mejorar la vida de todos, no para alimentar las trifulcas ideológicas.

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