Las elecciones del 28-A: una lectura desde Andalucía

El Partido Socialista ha vuelto a ser, con una enorme diferencia sobre los demás, la formación más votada en Andalucía en unas elecciones generales. El PSOE tiñó de rojo el mapa de la región venciendo en todas las provincias y aportando a la victoria nacional de Pedro Sánchez 24 de los 123 escaños con los que contará en el Congreso de los Diputados. Un éxito que hasta cierto punto lo resarce de sus malos resultados que lo sacaron de la Junta de Andalucía hace apenas cuatro meses. Aunque los muchos errores que se produjeron entonces pueden terminar pasando factura a los complicados equilibrios internos en los que se debate el socialismo andaluz. Si para algo van a servir estas elecciones en lo interno es para reforzar la posición de Pedro Sánchez, lo que lleva indefectiblemente a debilitar la de Susana Díaz. El PSOE andaluz se va a jugar mucho en las elecciones municipales del 26 de mayo y dependerá del poder que logre conservar o ganar en esos comicios el futuro de la actual dirección de la organización. Para el Partido Popular éstas han sido las elecciones más amargas en muchos años y Andalucía no es ni mucho menos una excepción: se puede hablar de una derrota profunda y sin paliativos que se produce cien días después de que Juan Manuel Moreno Bonilla, contra todo pronóstico, llegara a la Presidencia de la comunidad. Parece que el Gobierno del cambio no ha convencido ni mucho ni poco a los andaluces para que dieran su apoyo a la formación que lo lidera. Es un dato que conviene tener en cuenta aunque tampoco hay que sacar como conclusión que se ha producido una descalificación general de su gestión. De hecho, el socio coaligado, Ciudadanos, ha pasado a convertirse en la segunda fuerza de la región en número de votos y empata con el PP en escaños, lo que confirma que los electores andaluces han hecho una interpretación nacional de estos comicios. El análisis de los resultados del 28 de abril en Andalucía no estaría completo sin subrayar que Vox, el partido que sorprendió en diciembre con un resultado que le proporcionó 12 diputados autonómicos y que condicionó la política de alianzas que acabó con el largo mandato socialista en la Junta, ha seguido sumando apoyos. La formación liderada por Santiago Abascal ha ganado 216.000 votos sobre los resultados del 2 de diciembre, y su porcentaje de apoyo ha pasado de un 11% a un 13%. El hecho de que la derecha más radical haya subido mientras el PP se hundía es otro factor que conviene no perder de vista.

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