Decepcionante. Sólo así puede calificarse el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) que presentó ayer el Gobierno para este 2017 en lo relativo a Huelva. La cifra final de inversiones, situadas en el entorno de los 85 millones de euros es insuficiente y los fondos destinados por habitante, de 165,3 euros, se antoja exigua por mucho que sea de las que sale mejor parada de Andalucía. Y es que las cuentas públicas que presentó ayer Cristóbal Montoro vuelven a condenar a Huelva a mantener su aislamiento en materia de alta velocidad, ignoran la necesaria mejora de la N-435, olvidan proyectos básicos como el CEUS y destinan cantidades testimoniales a obras clave como el canal de Trigueros. De todas estas carencias la más sangrante es, sin duda, la línea de alta velocidad con Sevilla. Los 568.000 euros previstos demuestran una absoluta falta de compromiso con una infraestructura que ve pospuesta su inversión más importante, unos 42 millones, al año 2020. Este abandono es aún más sangrante cuando recordamos que en el proyecto de PGE del año pasado se preveía destinar unos 50 millones a la conexión rápida con la capital autonómica en 2017. Una provincia como la nuestra, en la que el turismo juega un papel fundamental, no puede ver cómo su principal posibilidad de crecimiento vuelve a ser ninguneada. La otra infraestructura esencial, la N-435 que nos conecta con Extremadura, tampoco sale mejor parada y reduce su inversión a la variante Beas-Trigueros mientras que el resto del proyecto sólo recibe 55.000 euros. Junto a la ausencia de fondos para el proyecto CEUS -supuestamente clave para el Gobierno- llama también la atención la carencia de partida para el trasvase de 15 hectómetros cúbicos de agua tan necesarios para el Condado, una situación aún más sangrante por cuanto el Consejo de Ministros mantiene paralizada una proposición no de ley aprobada en el Congreso de los Diputados. Finalmente, los 500.000 euros que se prevén para los accesos del Chare de Lepe dejan ver bien a las claras cuál es la prioridad que Moncloa da a este proyecto. En el limitado lado positivo pueden anotarse los casi 12 millones que se destinan a la presa de Alcolea, los 4,4 que van al Archivo Histórico Provincial o los 18 que aparecen para la estación del AVE. Mención aparte merecen los 49,6 millones consignados como inversiones del Puerto de Huelva, un cajón de sastre del que tira el Gobierno para justificarse que reside en la capacidad de financiación propia de una sociedad nominalmente dependiente del Ejecutivo central. En resumen, no queda más que volver al principio. Los presupuestos de 2017 son decepcionantes, obvian la deuda histórica que tiene el Gobierno con Huelva y la condenan durante más años a esperar las infraestructuras que tanto necesita para desarrollarse.

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