Un acuerdo amplio para Andalucía

Unos Presupuestos respaldados por una amplia mayoría lanzarían el mensaje de que los políticos ponen los intereses generales por encima de las estrategias de partido

El Partido Socialista es la principal fuerza de oposición en Andalucía y su primer cometido es fiscalizar la acción del Gobierno de coalición que preside Juanma Moreno y ofrecer alternativas, desde la óptica de una formación que se sitúa a la izquierda del espectro político, para mejorar la vida de los andaluces. Eso es la normalidad institucional y sería extraño pedir un amplio acuerdo parlamentario para sacar adelante los Presupuestos con un respaldo muy mayoritario si no estuviésemos en una situación de emergencia sanitaria, económica y social como la provocada por la pandemia de la Covid-19, que marca nuestro día a día y que lo seguirá haciendo todavía durante muchos meses. Las cosas han cambiado dramáticamente en la región durante los últimos meses y sería conveniente contar con instrumentos de planificación económica que permitieran paliar en lo posible los efectos de la catástrofe que atravesamos. Unos presupuestos de la comunidad autónoma que estuvieran respaldados por todos los partidos desde Vox a Adelante lanzarían a la opinión pública el mensaje de que los intereses generales se anteponen a los puramente estratégicos para hacer frente a la crisis. La principal responsabilidad la tiene Susana Díaz, que estaría también en condiciones de demostrar que en Andalucía se puede hacer una política más pegada a la realidad en contraste con que la que realiza en Madrid su jefe de partido, Pedro Sánchez, que parece decidido a sacar adelante las cuentas con separatistas y herederos intelectuales de terroristas. También Juanma Moreno tiene oportunidad de mostrarse como un presidente que actúa lejos de cualquier tentación sectaria y que es capaz de llegar a acuerdos amplios. El consejero Juan Bravo ha iniciado ya los contactos exploratorios con los diferentes portavoces parlamentarios y lo hace hoy con el socialista. Las negociaciones apuntan bien porque las prioridades están muy claras: consolidar la sanidad pública con inversiones y poner en marcha políticas de estímulo con un fuerte componente social. Ahora toca a los políticos demostrar que están a la altura de lo que los andaluces necesitan.

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