Aunque no se suele hacer demasiado hincapié en este asunto, uno de los principales problemas de la pandemia del coronavirus en España es que no sabemos exactamente cuál es su verdadera dimensión. Todos los días los medios de comunicación nos hacemos eco de unas cifras oficiales que podrían ser sólo una reducida muestra de lo que de verdad está sucediendo. Además, entre los varios errores que se han cometido en la gestión de la crisis sanitaria destaca el que no se haya conseguido un criterio común para todas las comunidades autónomas sobre cómo cuantificar los fallecidos por coronavirus, incluso hay algunas regiones, como la Comunidad de Madrid, que ha abusado de un cierto oscurantismo a la hora de comunicar las víctimas en las residencias de mayores, lugares donde el Covid-19 se ha cebado especialmente. Después de esta crisis habrá que tratar muy a fondo el sistema geriátrico español, porque como ya comentamos en estas mismas páginas la desprotección de nuestros mayores durante la epidemia ha sido, sencillamente, intolerable.

Tanto los científicos como las autoridades saben muy bien que hasta que no se conozcan, localicen y aíslen a todos los infectados no se podrá dar por cerrada del todo la crisis sanitaria. Especialmente hay que encontrar a los enfermos asintomáticos, que de manera inconsciente van propagando el virus. Esto, evidentemente, es una tarea ardua y complicada, pero no imposible para un Estado moderno como el español, con potentes herramientas informáticas y un personal científico y médico altamente cualificado. En países como Corea del Sur se ha logrado. ¿Por qué no lo vamos a hacer aquí?

Para lograr este objetivo, y tras el gran fiasco de la compra en China de test defectuosos, el Gobierno ha anunciado una gran muestra aleatoria a 60.000 personas que se hará con el objetivo de conocer "el grado de expansión" del coronavirus en nuestro país. La selección de la muestra se hará en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y el estudio, que dirigirá la responsable del Instituto de Salud Carlos III, Raquel Yotti, se llevará a cabo a lo largo de las tres próximas semanas en dos oleadas de alrededor de 30.000 personas cada una. Con esa información se podrá tener una idea aproximada, pero probablemente habrá que hacer muchas más pruebas hasta que se delimite el perímetro de la epidemia. Salir de esta crisis no va a ser fácil y sería importante no dar falsas expectativas a una población que ya está agotada psíquicamente después de semanas confinada y recibiendo noticias desoladoras.

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