La Junta no puede bloquear a la Cámara de Cuentas

Los partidos del Gobierno andaluz y Vox actúan como oposición en la Cámara de Cuentas, a la que tienen bloqueada sin que pueda aprobar informes que son obligados

Los dos partidos que forman el Gobierno andaluz, PP y Ciudadanos, y su aliado parlamentario, Vox, tienen paralizada la Cámara de Cuentas, que es la institución encargada de su control económico y financiero. Esto es inasumible, no hay razones de peso para el boicot a un organismo que es básico en la Administración andaluza y que, en anteriores legislativas, emitió informes muy duros contra la gestión de los gobiernos socialistas en algunas materias. Tanto es así que el PP utilizó en la oposición los informes de la Cámara de Cuentas para argumentar sus denuncias. Ahora, los consejeros de la Cámara elegidos a propuesta de PP, Ciudadanos y Vox, han decidido boicotear el funcionamiento de la institución con la ausencia en sus plenos; hacen valer su mayoría, pero en unos términos negativos. La razón que dan estos partidos, que actúan como oposición aunque son de Gobierno, es que el presidente de la Cámara, Antonio López, que fue elegido a petición del PSOE, ha caducado su mandato como consejero. Sin entrar a desmenuzar lo endeble de esta apreciación, hay que recordar que fue el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien en septiembre de 2019 ratificó a López en el cargo. Seguía, así, el acuerdo que el PP firmó con el PSOE, por el que se renovaban varios consejos de organismos de extracción parlamentaria y se dejaba a López al frente hasta que concluyese su mandato en 2022. A diferencia de los consejeros de la Cámara, que nombra el Parlamento, el de su presidente es ratificado por el de la Junta. Uno de los asuntos que está bloqueado por el boicot de los partidos del Gobierno andaluz es el informe de fiscalización de la Cuenta General de 2019. Sólo falta que se ratifique en un pleno, pero los consejeros se ausentan pleno tras pleno. Lo que este informe revela es que el Gobierno de PP y de Ciudadanos sigue sin solventar algunos de los incumplimientos que antes se le reprochaba a los gobiernos socialistas. No son causa de corrupción, como el PP afeaba a sus antecesores, sino patologías de gestión que hay que solventar. Llama la atención que el volumen de facturas pendientes de cobro y sin respaldo presupuestario siga siendo similar al que tenía el PSOE.

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