Las fronteras se abren al turismo extranjero para salvar la campaña estival. Tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que habrá temporada turística este verano, las reservas se han empezado a mover y habrá que estar preparado para ofrecer al visitante lo que necesita: tranquilidad y seguridad. Porque este año es lo que todos reclaman, la serenidad que da saber que el destino cumple los mínimos requisitos para disfrutar y descansar. No podemos quedarnos atrás, la desescalada abre las fronteras y trae la movilidad que necesita un sector que en Huelva emplea anualmente a una media de 16.000 trabajadores, con picos en pleno mes de agosto que alcanzan las 22.000 personas. El turismo es uno de los pilares de la economía provincial y aporta al PIB provincial alrededor del 10%, lo que evidencia que necesitamos de su actividad para poder salir de la situación a la que nos ha empujado la crisis sanitaria. Porque cada vez que vienen turistas a la provincia ganamos todos. Los alojamientos, la restauración, el transporte, la alimentación y el comercio. Sectores esenciales para remontar la situación que se nos ha venido encima. Lo tienen muy claro los empresarios, especialmente los hosteleros, que desde el inicio de la desescalada se han puesto manos a la obra para reactivar sus negocios en cada uno de los 80 municipios que tiene la provincia. Y eso que han sido unos de los más castigados por la pandemia del coronavirus. Tuvieron que cerrar de la noche a la mañana y mantener la persiana bajada prácticamente durante dos meses, coincidiendo con el inicio de su temporada alta. Aun así, han sido un ejemplo de fortaleza, aguantando las más estrictas normas de seguridad hasta el extremo de poner en peligro su viabilidad. La fase 1 fue un pequeño entrenamiento y es a partir de ahora cuando muchos se juegan su supervivencia, de la misma forma que Huelva compite por formar parte de los destinos elegidos para disfrutar del sol y playa. Hay que empezar a dar los pasos necesarios para que los viajeros puedan venir con tranquilidad y para ello es esencial no perder el tiempo. La posibilidad de planificar las vacaciones de cara a la fase 3 abre grandes expectativas en el ámbito empresarial, pero necesita del respaldo de los ayuntamientos, que ofrezcan ayudas directas y ventajas fiscales a los hosteleros, así como una seguridad al resto de agentes implicados en el turismo. Es la mejor forma de apoyar al empleo, de mantener el latido de los negocios que dan vida a la ciudad e impulsar la recuperación que tanto necesitamos.