Acuerdos que van más allá de la inmigración

España recibirá de nuevo un barco de una ONG que viene con migrantes rescatados frente a las costas libias. Son 60 personas, una cifra muy pequeña si se considera que cualquier fin de semana llegan cientos a puertos andaluces. No obstante, sabemos que ésta no es una opción a medio plazo, pues lo que se está haciendo es sortear la negativa de Italia a admitir contingentes rescatados por ONG. Los guardacostas italianos sí salvan migrantes en el Mediterráneo, pero su Gobierno acusa a las ONG -también a la española Open Arms- de fomentar con su presencia la salida de personas desde Libia. Pero al mismo tiempo que subrayamos este importante matiz, hay que considerar que la actitud de Pedro Sánchez sobre la inmigración tiene una derivada estratégica en la Unión Europea que no es despreciable. La canciller Angela Merkel, sostén de la Unión frente a los rigoristas del norte y los xenófobos del este, tiene problemas en su país debido a la postura de sus socios bávaros sobre la inmigración. Alemania es el país que más solidaridad ha ejercido en relación con los refugiados sirios. Merkel lo ha hecho convencida de que algunos de los estados más civilizados del planeta no podían dar la espalda a esta crisis humanitaria. Y con su postura Pedro Sánchez viene a aliviar la presión sobre la canciller. España acogerá a algunos de los refugiados que entran por Austria. Es una pequeña ayuda, aunque simbólica. España se ha unido con Francia, Alemania, Portugal y Grecia en una alianza proeuropea que va más allá del asunto de la migración. ¿Es que no tenemos problemas en España con estos flujos? Sí, pero lo que España necesita son más fondos económicos, la migración no constituye en nuestro país un problema social, debido en buena parte a que estas personas no se quedan aquí, sino que pasan en tránsito hacia otros países del norte europeo. España necesita mejorar y ampliar sus instalaciones de acogida de estas personas y, a la vez, redoblar su colaboración con Marruecos. Ahí es donde radica el origen de la llegada masiva de migrantes de estas últimas semanas. Europa debe ser consciente de que no puede poner nuevos problemas a los acuerdos pesqueros y agrarios con Marruecos con el argumento de que el Sahara no es un territorio nacional del país vecino. Las realidades políticas han cambiado al sur de Marruecos, un conflicto de hace más de 40 años, y en punto muerto, no puede condicionar más las relaciones comerciales con la Unión Europea y, por tanto, con España.

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