El zurriago

paco muñoz

Los whatsapp de mi madre

Hace casi un mes que deberían haberse licitado las obras del desdoble del túnel de San Silvestre. Así pasa con todo

Mi madre, con sus setenta y pico largos, es una abuela moderna. Tiene su Netflix, su Facebook, sigue a Manuel Carrasco en Instagram y ve conciertos en streaming. Mi madre es guay, pero tiene el mismo problema que el resto de las madres, supongo que del mundo entero, y es que sus tiempos son distintos a los nuestros. A ver, no es que haya hecho ningún estudio serio al respecto, pero por lo que hablo con unos y otros, es algo común. Mi madre, como la tuya, tiene la extraña manía de tardar una eternidad en escribirte un whatsapp. Miras el móvil, en plan casualidad, y ves la carita de tu madre y un Escribiendo… al lado. Y dices: "Ah, que me escribe". Y esperas. Y esperas. Y esperas. Te tomas un café y esperas. Empiezas a dejar de mirar, porque hay otras cosas que hacer, más que nada, y vas haciendo el puchero. Miras de nuevo y el Escribiendo… sigue ahí. Y uno empieza a pensar, por alguna extraña razón, que debe estar poniendo algo muy importante, así que vuelves a esperar, y al fin suena el blup (o el bing, el ping o vayas tú a saber lo que tienes puesto en el timbre) y al fin aparece el mensaje: "Ok", se lee. ¿Ok? ¿En serio? ¡Ok qué! Y te ríes y te juras que la próxima vez no volverás a estar pendiente porque seguro que pasará lo mismo o, quién sabe, a lo mejor de verdad te escribe un par de líneas. Pero ni de coña. No ocurre. Siempre pasa igual. Vamos, ayer mismo, pero en esa ocasión, al menos, me sirvió como una revelación. Una epifanía, os lo juro, acerca de lo que pasa en nuestra provincia: tenemos cinco diputados nacionales que se llevan todo el tiempo Escribiendo… un whatsapp eterno. Si queréis lo concretamos, por no ser injustos. Hay dos partidos políticos, PSOE y PP, que llevan veinte años, siendo tremendamente generosos, haciéndonos mirar el móvil, esperando el milagro de un mensaje que no llega. Perdiendo el tiempo. Hace casi un mes que deberían haberse licitado las obras del desdoble del túnel de San Silvestre. Lo aseguró todo un secretario de Estado, no me lo invento: "a finales de junio blablabla". ¿Y cómo estamos? Esperando. Así pasa con todo. Lo han anunciado, varias veces, varios ministros, en varias legislaturas: "¡Cuando gobernemos haremos el desdoble de la N-435!". Ahí nos tienen: esperando, como esperamos la tramitación de la DIA de la línea férrea Huelva-Sevilla. El AVE, si queréis llamarlo así. Hace meses que debería estar ya aprobada, paso previo para empezar a diseñar el proyecto definitivo y, quizás en unos añitos, empezar las obras. Lo malo es que de tanto esperar igual se nos caduca. Ya ha pasado antes, no os creáis. Podríamos decir incluso que pasa a menudo, como cuando nos caducó la del proyecto CEUS. En Huelva todo caduca mientras esperamos, pacientes (como si se tratara de nuestra madre) a que terminen de escribir el mensajito. Lo que pasa es que mi madre y la tuya, al menos, van sobre seguro. Saben lo que van a escribir por mucho que tarden en darle a Enviar. Pero estos… Estos no tienen ni idea.

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