SE ha clasificado al final porque el grupo era malísimo. Se ha metido en la Eurocopa cometiendo errores increibles.

Pero han bastado dos partidos decentes y una serie de 'tikitakas' que seguro que en el momento necesario no se producirán, para que buena parte del pais futbolístico empiece de nuevo a soñar. Más de uno, con lo poquito que le ha dado la selección española en esta fase de clasificación, ya se ve enarbolando las banderas, cantando alirones y celebrando el triunfo final del torneo que se celebrará entre Suiza y Austria en junio próximo.

Es curioso ver como el aficionado español tropieza siempre en la misma piedra. Aunque buena culpa la podemos tener nosotros, desde los medios de comunicación, que vendemos humo y burras con una facilidad pasmosa, ante la tolerante credibilidad del paisano. Ayer ya se vieron titulares como "grupo fácil, mal cruce". Se da por hecho que se va a pasar con la gorra la primera fase, por lo que los problemas sólo vendrían a continuación.

Luego, como pasa casi siempre, llegará el tío Paco con las rebajas -unas veces Nigeria, otras Grecia, otras Francia- y pondrá a cada uno en su sitio. Y generalmente a España en casa.

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