La otra orilla

javier rodríguez

La vespinita

En aquel tiempo le dijo Jesús a su amigo Guillermo Toledo: "Anda, llama a los de Mongolia, les dices que se encarguen de la fiesta de recepción y que no olviden incluir una procesión de las del coño insumiso y que Leo Bassi organice algo".

"Cago en la ti, Jesús, en un día quieres organizar un evento de mil pares de narices", le respondió Guillermo.

"Que no, hombre, que es una reunión de amigos: nos juntaremos allí todos los que en algún momento hemos ofendido a las autoridades religiosas, los que hemos tocado las narices a los que creen que una vida humana vale menos que un trozo de papel o un trozo de madera, nos juntaremos gente buena, de esa que hace reír a los demás y que se preocupa por los que están sufriendo por ahí, como esos payasos que se van a intentar hacer reír a niños en países donde hay guerras o que están ingresados en hospitales", respondió Jesús. "Se trata de que nos riamos un rato, con nuestro amigo Mohamed, el que apalearon el otro día por ser negro, con Rosa, a la que echaron del trabajo por presentarse a trabajar el día que estaba llevando de viaje a aquella amiga que había que esconder del bestia de su marido, con Mari, que hace un año que enterró a su hijo, que parece mentira que todavía haya gente que muere por la droga, con Antonia, que enviudó por la falta de medidas de seguridad en el tajo de su marido...".

"Nos hace falta reírnos mucho, al menos un ratito. Mira, yo me voy a disfrazar con una túnica y voy a entrar en la fiesta con una vespinita, voy a estar la mar de gracioso, entrando como un rey al que reciben con ramitas de olivo cuando llega con su carruaje."

"Yo sé lo que va a pasar después: la broma no va a gustar nada a esos que se llaman a sí mismos cristianos y que justifican la existencia de los ejércitos, las muertes en las fronteras y claman por la pena de muerte y la cadena perpetua, que comulgan con banqueros que echan a la gente de sus casas y con políticos corruptos que roban el pan a los pensionistas. Y sé que me harán lo mismo que a Marielle Franco por defender a la gente de las favelas o a Berta Cáceres por defender a los indígenas y la selva en la que viven. Pero hay que seguir adelante y hay que seguir con una sonrisa en la cara, de oreja a oreja. Y mira, lo vamos a hacer por Mame y por todos los inmigrantes a los que las autoridades condenan al olvido y por todos esos amigos que te he dicho, ¿no crees que lo merecen?".

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