Con lo poco que me gusta escribir esta columna con temas relacionados con mi profesión médica, me veo en la necesidad de tener que hacerlo por un criterio de, fíjense, ética política y coherencia profesional.

Apelo a la ética política, no a la profesional porque ésta la doy por supuesta y acepto la comisión involuntaria de errores, pero, en ningún caso, el faltar a la verdad. Y hablo de coherencia porque queda mucho por hacer, hay que ser críticos, constructivamente, ante las situaciones de precariedad -como están poniendo en evidencia los médicos de Asistencia Primaria- aunque la impresión es que, aunque lentamente, se va mejorando sin olvidar que la etiología del problema es, sin duda, que la famosa "joya de la corona" no era siquiera, como ya alguna vez he dicho, de "mala bisutería". Pero, dicho esto, hay que insistir en la potenciación, dotación y planificación de la A. P. por ser el soporte básico en el que se cimenta el sistema y más en estos tiempos de predominio de la cronicidad y la pluripatología consecuentes a las mayores expectativas de vida de la población.

Tras este preámbulo exponiendo una mejora necesaria, imposible en 10 meses tras muchísimos años de encorsetamiento estructural y organizativo. No es de recibo la versión de uno de los portavoces parlamentarios socialistas que, con todo desahogo dice estamos en el "peor momento de la historia", refiriéndose a la sanidad andaluza. Lo dice sin sonrojo alguno supongo que está vacunado -de los de verdad no de los ficticios estadísticos- de espanto y sustenta su afirmación en la rebaja del objetivo de prescripción por principios activos y abandono de la subasta de medicamentos, pero no dice que, por ahora, el abandono puede ser total porque no han perdido aún su vigencia algunos de los concursos. Se atreve a afirmar "daño a los profesionales", ¿ahora? ¿Se le han olvidado las asimetrías de las plantillas, las amortizaciones de jubilaciones -famosas eran las comunicaciones al cumplir 65 años- los contratos al 30%...? Podría haberse acordado del camuflaje de las listas de espera, de la falsedad argumental sobre politización y privatización sanitaria. Según el CES, las causas privadas crecieron un 2,7% y las publicas se redujeron en un 4,7% durante 2018. Tenemos según el informe del CES la "tasa más baja de centros sanitarios de España". En 2017, se produjo un crecimiento de más de un 11% en el presupuesto de externalización de servicios médicos, pero eran otros los privatizadores… sobre la prescripción y la libertad de la misma, mejor no hablar y de las cien sentencias de colocados que se va a tragar el SAS, tampoco.

Esta es la obra de sus gobiernos junto con ponernos a la cola de gasto per cápita… esta es una parte de la historia y no la que ustedes pretenden vender. Sean veraces, por favor.

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