Ojo de pez

Pablo Bujalance

pbujalance@malagahoy.es

Ni vencidos

Aunque digan que el odio al Estado no entraña desprecio a los simpáticos andaluces, uno se cansa de quedar por tonto

Apuesta Miquel Iceta por un proyecto de "reconciliación" en Cataluña donde "no haya vencedores ni vencidos". Y mientras leo sus declaraciones, sentado en mi salón, un reportero plantado en Sevilla que informa en directo para Telecinco se empeña en hacer pronunciar a las señoras a las que planta el micrófono en la boca la expresión Black Friday para que así todos podamos reírnos a gusto de ellas, por mujeres, por andaluzas y por incultas, porque ahora cualquier ignorante de tres al cuarto pase por académico si sabe decir bien jalogüín. Así que pienso, hombre, señor Iceta, está muy bien lo que plantea, pero demasiada gente se ha referido a España (y ahora, al fin, a toda la UE) como un estado opresor, inculto y antidemocrático, seguramente sin reparar en que aquí vivía gente. Y si atendemos a Andalucía, resulta que mucho antes del procés los mismos que defendían que por aquí abajo todos vivíamos del PER sostenían que fuera de Cataluña nadie podía opinar sobre el independentismo porque nadie sabía bien de qué iba la película. Es decir, que a la hora de señalar a los vencedores habrá que reparar, como siempre, en quién es el listillo que se cuelga primero la medalla. Pero si de los vencidos se trata, siempre ha estado clarísimo. Y, ay, lo sigue estando.

Porque, señor Iceta, será estupendo que los catalanes se lleven entre ellos de rechupete, piensen lo que piensen. Así era hasta que sus líderes, democráticamente escogidos, lo fastidiaron todo. No crea, en Andalucía no todos pensamos tampoco del mismo modo, cada uno cojea del pie que puede; pero quiero pensar que aún nos falta un trechito para reclamar fervientemente la expulsión de quien opina distinto a uno, mientras que en Cataluña demasiada gente ha tenido que pedir perdón por hacer públicos sus anhelos de pogromo. ¿Sabe lo que pasa? Que empieza a oler como si durante demasiado nadie hubiera sacado la basura. Que los andaluces hemos tenido que aguantar burlas y chanzas respecto a nuestro acento y hasta tomárnoslas a guasa para no parecer unos bordes mientras el catalanismo tendía a mostrarse cada vez más antipático a cuenta del agravio. Y a veces se cansa uno de quedar por tontoaunque luego digan que el odio al Estado no incluye el desprecio a los simpáticos andaluces. Ya.

Señor Iceta: si su reconciliación se queda en un mero pelillos a la mar para Cataluña, sin la convicción de que en España todos tenemos los mismos derechos, los vencidos seguiremos aquí. A sus pies.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios