Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Se veía venir

Creo que Alberto Núñez Feijóo es un buen testigo de la trayectoria política de Antonio Hernández Mancha

Al menos, los comentaristas políticos de los periódicos andaluces se han referido con abundancia al inminente congreso del PP, pero en todos sus comentarios yo notaba una falta absoluta de referencia a Antonio Hernández Mancha, que fue presidente de Alianza Popular por haber superado en votos a Miguel Herrero de Miñón, que fue designado como sucesor por Fraga. Este marchamo democrático le sirvió de bien poco porque la importancia del cargo le desbordaba. Y no fue culpa suya -creo- que se viera desbordado por sus muchas ocupaciones, sino porque la soledad en que se encontró le vino impuesta, porque los políticos de Madrid lo dejaron más bien solo. El hombre, con ello acentuó su soledad y porque los que les habían acompañado de Andalucía no teníamos tiempo y, a lo peor, tampoco conocimientos para servirle de suficiente ayuda. Hay que decir que no fueron a degüello, sino que sin duda el cargo nos vino grande, porque también necesitábamos ocuparnos de los problemas de Andalucía. Como es sabido, seguramente Fraga, arrepentido de su dimisión del cargo, consideró su obligación ponerle remedio y encumbró a José María Aznar, que había tomado parte muy activa en el Congreso, que se decantó por Mancha para sustituirle, en lugar del de Valladolid.

No ha sido, pues, Antonio Hernández Mancha el más destacado de los dirigentes de Alianza Popular, ni tampoco el poco tiempo de su mandato le permitió labrarse una mejor ejecución de su cargo. Pero hay que darle el mérito que tiene, porque se prestó a la candidatura con su mejor intención y en todo el tiempo que desempeñó en el cargo no cometió ningún disparate del que arrepentirse. De sus debilidades como político tenemos conciencia, pero puso en peligro su credibilidad, porque era un hombre amable y cariñoso con la gente. Yo le decía que no debía de aceptar el encargo que le hacían hasta que fuese un encargo sin dobleces. Y en efecto, las hubo.

Los periodistas habituales, sevillanos por la situación de sus periódicos, no podían quejarse de su trato, siempre deferente y amable. Y ahora todos se olvidan de él. Creo que el próximo presidente de PP, el gallego Alberto Núez Feijóo, que conoce a Antonio hace muchos años, es un buen testigo de su trayectoria. Hace mal echándolo al olvido, como si no hubiese sido presidente de AP, en cuyo cargo no siempre se gana elecciones. Me estaba barruntando este olvido y como aún tiene remedio, no olvide Feijó ni el partido del que se es presidente, que ganó un congreso y eso es lo mismo que hizo Antonio Hernández Mancha. Si tiene que recuperar a alguien del pasado, ahí lo tienen a él.

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