Ajuste fino

Antonio Castro

El tópico como contravalor

COMO en tantos otros aspectos en los que choca la realidad con lo virtual, el informe PISA sobre Educación ha acabado con la "honra" del Estatuto andaluz. En los últimos años, nuestra autoestima frente al resto de las comunidades españolas estaba en contar con un nuevo estatuto y compararlo incluso con el de Cataluña si hiciera falta. Había un intento de poner en valor el protagonismo político autonomista en Andalucía, que después, sin embargo, fue rechazado por la gente del común que no se calentó con un referéndum que se movía exclusivamente en el endogámico mundo de los políticos.

Meses después, el informe PISA que cada tres años se suele hacer sobre la situación de la Educación sitúa Andalucía en una zona tercermundista, hundiéndose sobre todo en un plano especialmente crítico: el de la comprensión de lo que se lee. De nuevo empieza a tomar cuerpo ese fantasma de la Andalucía inculta que tanto daño le ha hecho a esta región durante siglos.

Sin embargo, parece evidente que hoy existen dos Andalucía diferentes: la urbana (capitales y grandes ciudades) y la agraria, y la primera tiene cotas de formación más homologables con países desarrollados. Y también es cierto que hay mucha más población diseminada por la Andalucía agraria que por la urbana e incluso en esta última subsisten bolsas de semiexclusión alejadas de la educación de calidad.

Lo curioso de todo esto es que el mensaje básico de los circuitos mediáticos del poder político andaluz -Canal Sur, por ejemplo- siguen sembrando contravalores basados en tópicos que nos alejan del mérito por el esfuerzo, la excelencia y la competitividad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios