Una de las creencias más extendidas en Huelva es que ésta es una tierra poco reivindicativa y orgullosa de lo que tiene. Nos son pocas las voces que dicen que otro gallo cantaría si tuviésemos la misma capacidad de nuestros vecinos hispalenses para destacar lo propio y apropiarse de lo ajeno. No sé cuánto de cierto habrá en esta afirmación, pero sí soy de los que opina que hay numerosos motivos para sentirse más que orgulloso de estos pagos. Llámenme iluso si quieren. Por eso, el aluvión de buenas noticias que hemos recibido esta semana debería hacernos reflexionar, en un domingo soleado, sobre las buenas cosas que tiene esta tierra y los éxitos que está cosechando.

El primer motivo para sentirnos satisfechos es que hay 13.100 onubenses que han dejado de estar desempleados en 2017; una cifra que devuelve el índice a guarismos de 2009. Aún hay más de 55.000 onubenses en el paro, pero saber que esa cifra desciende debería hacernos felices y conscientes de que algo se mueve por aquí. Ese movimiento lo demuestran sectores como, por ejemplo, el de los productos ibéricos. El balance de la DOP de Jabugo en su primer año de existencia no puede ser más alentador, pues señala que ha certificado bajo su marca de calidad al 91% de las piezas, que las ha vendido todas y que eso ha generado un valor de 16 millones de euros. Señal inequívoca de que estamos ante un producto estrella.

Tampoco se queda atrás el turismo. Más de un millón de visitantes y superamos por primera vez los cuatro millones de pernoctaciones. Eso en los establecimientos regulados, que si le sumamos el movimiento que se genera alrededor de los apartamentos no controlados podríamos hablar de mucho más. Quiere esto decir que Huelva está de moda y que si se sigue en la senda de la promoción y se trabaja en la calidad, las oportunidades que se nos presentan -a pesar de la falta de infraestructuras- son casi infinitas.

Pero no nos dejemos atrás al Puerto, que ha pulverizado su récord el año pasado al superar las 32 millones de toneladas movidas en los muelles y tiene la mirada puesta en un crecimiento imparable. No es sólo que cada vez haya más faena, sino que se apuesta por incrementar los kilómetros de muelle para atraer más barcos, más carga e, indudablemente, más riqueza y empleo.

Y, por si todo esto fuera poco, para terminar de redondear la semana hasta ha venido por aquí el consejero de Cultura para anunciar -¡oh albricias!- que la Junta va a aflojar 8 millones de euros para que el Banco de España se convierta en el nuevo museo Arqueológico en 2021 (que tampoco somos escopetas). Esto no es que nos vaya a sacar de pobres ni vaya a generar una oleada de empleo, pero sí que servirá para dar a conocer el importantísimo pasado que atesora esta tierra. Y quizás así, conociendo ese importante pasado podamos sentirnos más orgullosos de nuestro presente y mirar con mejores y más ambiciosos ojos al futuro. Porque motivos para creer en Huelva hay más que de sobra. Las cifras conocidas esta semana así lo demuestran. Y, aunque aún hay mucho camino por recorrer, si comenzamos por creernos nuestros propios resultados es seguro que nos irá bastante mejor.

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