El santoral ciñe las elecciones

La lógica y el almanaque sugieren la convocatoria de autonómicas para el 29 de mayo o el 26 de junio

Hay muchas especulaciones sobre las próximas elecciones andaluzas. Juan Manuel Moreno ha dicho esta semana que pueden ser en junio u octubre de 2022. Como poder, podrían ser hasta el 22 de enero de 2023, si apurase hasta el final la legislatura y aplicase los 54 días para fijar una convocatoria. Pero ese calendario no le interesa a su partido. Acortará, pero no necesariamente como indica. Estas palabras del presidente tienen el mismo valor que las de su portavoz cuando manifestó en mayo que serían el 27 de noviembre. Se puede mentir con misma soltura en televisión y en un púlpito institucional.

Sin mayoría parlamentaria, con Vox exigiendo urnas y sitio en el gobierno regional, el PP convocará cuando más le beneficie y más perjudique a los demás. Desde la victoria de Ayuso, con municipales y autonómicas en mayo de 2023, todo hacía pensar que a Casado le convenían unas andaluzas en la primavera de 2022. El grado de libertad que tenga Moreno se desconoce. Pero lo que más le va a condicionar será el santoral. Sobre todo, por la devoción y la afición que hay a la Semana Santa en Andalucía.

Si no nos confunden las frases interesadas que nos lanzan y nos fijamos en el calendario religioso y festivo de Andalucía, encontraremos pistas más fiables. Primero, la Semana Santa el año que viene es muy tardía; del 10 al 17 de abril. Es impensable que ningún partido, ni laico ni confesional, se plantee elecciones, campaña electoral o precampaña entre los domingos de Ramos y Resurrección. Además, dos semanas después empieza la Feria de Sevilla, el 1 de mayo. El presidente ha dicho en su entorno que quiere disfrutarla. Hay muchas ferias y una destacada es la feria de vanidades en la que se rinde pleitesía al presidente de la Junta. Y a todo el mundo le gusta que lo lisonjeen; a los de antes y al de ahora.

Queda después de feria una ventana, para que empezase una campaña el 14 de mayo con elecciones el domingo 29. Después se echa encima el Rocío, del 3 al 6 de junio. Y cuando termine, se abre otra oportunidad, con campaña desde el 11 de junio y autonómicas el 26. Cabe otra posibilidad, que sería adelantarse a este calendario, con elecciones el 3 de abril, pero para eso Moreno tendría que disolver el Parlamento antes del 28 de febrero. Y ese santoral laico difícilmente se lo saltará. Así que la lógica y el almanaque sugieren elecciones el 29 de mayo o el 26 de junio. Sobre todo si el presidente quiere que los nuevos consejeros vuelvan de las vacaciones con las agendas hechas.

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