Nada mejor para encarar la cuesta de enero que una buena comida. Pero, de esas de antes, esas que en los fogones de nuestras abuelas fueron creando tradición para llegar a nosotros, aunque las modernidades cambien el gusto, de color y hasta la presentación de aquellos platos que olían a maravilla desde lejos. Vivimos una época donde las modas se imponen a la fuerza, ya sea en el vestir, en los gustos o en la gastronomía. Y los hechos van con tal fuerza que aplastan al pasado, casi siempre mejor que lo de hoy.

La grata sorpresa, la primera del año para los amigos que la admiramos y queremos, ha sido la de Rosi Calvo Morano. Afirmo lo de grata, porque en estos tiempos difíciles que atravesamos pocas se dan a diario. Lo de sorpresa, habría que pesarlo y pensarlo. Nos sorprende a cada momento. Su afán de trabajar descubriendo cosas, su entrega total a cuanto hace, su armonía artística en cuantas actividades practica, nos muestran permanentemente su valía y su capacidad renovada.

A poco más de una semana de marcharse los Reyes, como un regalo del cielo cae en mis manos su último libro de gastronomía. Increíble. Rosi, que ya nos ha deleitado en veces anteriores con publicaciones y libros de recetas onubenses, nos deja en la mesa del cariño las cosas de Huelva, un libro que si a los entendidos apasiona, no me digan ustedes a los que no sabemos del arte de la cocina y de los condimentos, de la tierra donde nacimos, que complementan el éxito para un paladar refinado y choquero.

Con el título Huelva y América: Gastronomía de ida y vuelta, Rosi Calvo ha sabido reunir un conjunto de recetas de cocina, netamente onubenses, poniéndoles además una proyección histórica que avala la grandeza colombina de Huelva y la proeza de esta mujer en la investigación de las artes culinarias.

La querida autora, de esta obra bella y original, quiere demostrar que de Huelva, Palos de la Frontera, Moguer y demás pueblos de nuestra costa, no solo llegaron al Nuevo Mundo los marineros descubridores y la luz de cultura popular andaluza, sino que con ellos saltaron el océano los exquisitos menús de esas cocinas de nuestra provincia, donde elementos como el marisco, el jamón, las carnes y los vinos de nuestra tierra, ofrecieron al continente americano una forma de disfrutar unos de los sentidos bellos de la vida: el buen comer, sabiendo combinar los mejores guisos y platos únicos.

La edición del libro, patrocinado por el Puerto de Huelva, impecable, magnífica, otro ejemplo sin par de la labor que Pilar Miranda dedica ofrece a Huelva, como presidenta de la entidad.

Por profesión y gustos literarios, puedo decir que es uno de los mejores libros sobre el tema que he conocido. Enhorabuena, Rosi, es otro escalón más que dedicas a tu tierra y a tus amigos, porque no solo eres una perfecta entendida en gastronomía, sino que además sabemos que eres una de las mejores cocineras de Huelva. ¡Menudos platos y dulces he tenido la suerte de probar hechos por ella! Un buen comienzo de año leyendo y admirando las bellas fotografías de una obra, con sabor, que ya es historia de nuestra propia provincia.

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