El Malacate

Javier Ronchel

jaronchel@huelvainformacion.es

La responsabilidad con el patrimonio

Hace unos días informaba este periódico de las dificultades de Feafes Huelva para rehabilitar la Casita Blanca como nueva sede. Ese era el objetivo de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental en Huelva al solicitar el edificio al Ayuntamiento de Huelva. Hace casi año y medio que se cerró la cesión del inmueble, cuya explotación le corresponde al Gobierno municipal tras un acuerdo con la Universidad de Huelva, propietaria, pero el problema ahora es que Feafes no dispone de los fondos necesarios para acometer la recuperación necesaria para instalarse. Y por ello, el edificio de la calle Diego Velázquez corre el riesgo de prolongar su abandono, sin visos de solución a corto plazo.

La Casita Blanca es sólo uno más de los inmuebles de titularidad pública que han caído en el abandono por desuso y que podrían rehabilitarse con una nueva actividad. Así se pretendió desde la Corporación municipal cuando el Pleno aprobó su cesión a Feafes Huelva para acabar con más de cinco años de cierre. Y ahora habrá que buscar una solución para no sumar otros cinco más.

También han transcendido estos días las quejas vecinales en el Barrio Obrero por el estado de la red de abastecimiento y saneamiento, que ha vuelto a sufrir averías importantes que obligan a levantar las calles interiores para su arreglo. De poco ha servido, en este caso, que se ejecutara recientemente una gran actuación municipal en esta singular barriada, declarada Bien de Interés Cultural y uno de los grandes reclamos turísticos de Huelva. Todavía queda mucho por hacer desde el Ayuntamiento para mejorar su estado y potenciar su atractivo, aunque en esto también deben ser corresponsables los propietarios de las viviendas precisamente por su valor.

Una titularidad privada, de hecho, no debe eximir a sus propietarios del cuidado de inmuebles de gran valor patrimonial. Ni a la Administración de vigilar y exigir las intervenciones necesarias. En la capital hay varios ejemplos, pero también en la provincia.

La Huerta Noble, en La Redondela, un señorial edificio del siglo XVIII que acoge el palomar más grande de Europa, ha sido incluido este año en la Lista Roja del Patrimonio, que recopila las propiedades que se encuentran en un alarmante estado de conservación. Está en serio peligro, y la aparición en ese listado nacional de patrimonio, más que provocar vergüenza debe generar una rápida reacción que evite un mayor deterioro que lleve a su desaparición. El patrimonio debe ser una responsabilidad de todos en Huelva. No vale culpar siempre al terremoto de Lisboa de lo que no tenemos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios