Parón veraniego. Tomémonos al menos 15 días para coger aire ante el curso político que nos viene encima. Mientras Susana decide en qué fin de semana de octubre serán las autonómicas, Pedro Sánchez recibe en Doñana a la canciller alemana, Angela Merkel, a ver si por ósmosis se le pega algo de la cordura de la que suele hacer gala la germana. Está el patio nacional más que revuelto y se hace necesaria la calma antes de un septiembre que pondrá a prueba cómo se gobierna con 84 exiguos diputados.

En Huelva nos vamos vacaciones con un equipo de gobierno en estado casi exultante. "Casi" porque al culebrón del Recre no hay quien le ponga fin y aún tenemos que esperar a la semana que viene para ver si la Liga tumba o no el proyecto supuestamente salvador que lidera Krypteia Capital. De fracasar este nuevo intento Cruz debería pensarse muy seriamente sus próximos pasos pues lo que estamos viendo tiene bastante poco de edificante. Y "eufóricos" porque en el último Pleno del curso, celebrado en agosto para demostrar que no todo va a ser holgar en estos días, el PSOE ha conseguido sacar sin problema alguno sus presupuestos para 2018. Con sus votos, los de los no alineados, un buen número de abstenciones y el rechazo del PP. El regidor casi no ha tenido que despeinarse para articular el texto que le da oxígeno hasta el final del mandato y confirma que juega bastante por encima en la liga municipal. El último Pleno nos dejó además dos imágenes que deberían preocupar a los principales grupos municipales de la oposición. El PP volvió a demostrar que su reino no es de este mundo y sus ediles desplegaron un catálogo de despropósitos y desplantes que demuestran que aquello que se rompió en 2015 no sólo no se ha arreglado sino que se ha convertido en el camarote de los hermanos Marx. Y todo adobado con una defensa de la enmienda a la totalidad realizada por la viceportavoz del grupo en sustitución de la (supuesta) portavoz. Centeno lo hizo bien, no lo dudamos, pero parece grave para la gaviota que Miranda permanezca de público en el que se supone el debate más importante del año. Mucho tiene que reflexionar en estos días el Partido Popular si quiere recuperar algo de resuello en los nueve meses que nos quedan hasta las municipales. Lo otros que se lo tienen que mirar son los de Izquierda Unida, de cuyos tres ediles sólo compareció uno en el salón de plenos. Un viaje de Jiménez y una crisis con Arazola dejaron sola a Mónica Rossi. Los líos internos en la coalición la traen de cabeza y dar esta imagen cuando está a punto de abordar su confluencia con Podemos no es la mejor carta de presentación.

Nos vamos quince días a meter los pies en agua. Dos semanitas para refrescar las neuronas, coger distancia y analizar los realizado hasta aquí y lo que habremos de afrontar en el futuro. Un tiempo que debería servir para fijar prioridades en pos de lo mejor para Huelva. Esperemos que la cerveza fresquita y las sardinas ayuden a clarificar las mentes de quienes deben sacar esto adelante. Porque más nos vale.

Que ustedes lo veraneen bien.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios