tiempo de academia

Sixto Romero, Valle Coronado, Benito de la Morena

Academia Iberoamericana de la Rábida

Una política global frente a la Covid-19

Los sucesivos mensajes que, a nivel mundial, pretenden reflejar la realidad de la pandemia de Covid-19, que ha provocado el SARS-CoV-2, un Betacoronavirus de la familia de los Coronaviridae, no están siendo capaces de crear una conciencia social responsable, que permita adoptar medidas coordinadas con las que aminorar los daños presentes y los que aún están por venir.

¿Estamos preparados para afrontar las consecuencias de este desastre? ¿Es realmente tan grave la situación? ¿Podremos controlar la pandemia con los medios científicos disponibles? ¿Anteponemos nuestros intereses individuales o como nación al bien común? ¿Vemos el problema a escala mundial?...... Estas y otras muchas cuestiones relacionadas están comenzando a ser enunciadas desde sectores intelectuales, científicos y en determinados medios de comunicación, pero las respuestas son siempre soslayadas y su orientación dirigida a generar una cierta tranquilidad económica y social. Llegados a este punto, cabe preguntarse si ese debe ser el objetivo primordial de los Gobiernos.

El ser humano tiene que intentar controlar un problema que no podemos catalogar de inesperado. De donde proceda el foco del incidente es algo que en su día se conocerá y la Justicia deberá establecer las correspondientes responsabilidades, pero la realidad nos viene a mostrar el potencial destructivo de los microorganismos, tales como virus y bacterias, y la vulnerabilidad del ser humano ante dichos agentes. Asistimos así desconcertados y perplejos a la situación generada, proponiendo medidas paliativas según los intereses locales de cada zona del planeta, sin llegar a entender aún algo ya sabido, que se trata de un problema global y que como tal debe tratarse.

Organismos internaciones relevantes como la ONU, G7, OMS o el FMI, entre otros, deben actuar en cumplimiento de sus obligaciones de forma cohesionada.

Las actuaciones de los Gobiernos resultan incoherentes y muchas veces dependen de políticas localistas y de intereses de "Estado", como las relaciones con terceros países de ideología opuesta o simplemente con una marcada competencia económica, lo que queda lejos del enfoque global que se precisa en estos momentos.

Pero ahora el tema es distinto. No es un ataque convencional a los mercados, ni siquiera un "hackeo" digital evolucionado para alterar las redes informáticas. Se trata de la irrupción de un simple virus en las vidas de las personas a nivel mundial, y aún ignoramos el alcance de sus consecuencias. Es muy probable que el SARS-CoV-2 persista entre nosotros durante decenios, como otros muchos virus, pero hasta dónde puede llegar su poder de devastación es algo que aún desconocemos.

Los intereses económicos de las industrias farmacéuticas, los intereses de Estado de cada nación o la logística mundial para autodefenderse a la manera tradicional deben dar paso a una gestión sanitaria que esté por encima de los intereses políticos.

Es de esperar que aparezcan nuevas pandemias, porque su presencia ha sido una constante a lo largo de la historia del ser humano, pero la confluencia con el calentamiento global y la disminución del permafrost de las zonas Ártica y Antártica hará que muchos microorganismos capaces de permanecer latentes bajo el frío suelo durante milenios se liberen debido a la descongelación, reproduciendo sus esporas, contaminando el planeta y a las especies que lo habitan, sin tener asegurada la inmunidad.

La deforestación a escala mundial agravará el natural intercambio del ciclo agua-atmosfera provocando efectos climáticos como olas de calor, lluvias torrenciales y otros fenómenos en momentos y con intensidades no habituales, lo que serán consecuencias de un comportamiento humano que no hemos sido capaces de controlar.

Los firmantes de este manifiesto, Académicos de la Academia Iberoamericana de La Rábida, deseamos transmitir este mensaje de solidaridad y denunciar ante nuestros Gobernantes que la Covid-19 es un nuevo aviso de los estragos de las pandemias y que quizás seamos capaces de superarla, aunque lo más probable es que debamos acostúmbranos a convivir con el virus y someternos a vacunaciones periódicas, algo que originará amplias discrepancias en muchos sectores.

Por eso, solicitamos a los Gobiernos y sus gobernantes una mayor altura de miras y optimización en el diseño de estrategias para proteger a las personas, porque solo teniendo como referencia a los ciudadanos del mundo se podrá hacer frente a esta y otras pandemias con garantías de éxito.

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