La otra orilla

Las más pobres de entre los pobres

La falta de políticas de igualdad deja al descubierto un sistema laboral que sigue sangrando a las mujeres

Esta semana los machistas de Vox se han sacado de la manga una propuesta que pedía que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, pasara a ser el Día Nacional de las víctimas de la pandemia. La propuesta aparte de surrealista e indecente, es una propuesta peligrosa porque sigue culpabilizando a la mujer, haciéndola responsable de todos los males de la humanidad. Como todos los ignorantes, Vox sigue pensando que la pandemia fue fruto de las manifestaciones del 8 de marzo. En su cruzada contra las mujeres que deciden tomar las riendas de su vida, empoderarse y luchar por la igualdad, Vox se olvida de la universalidad de la pandemia y de que también ellos celebraron mítines en los que el caballero de los anticuerpos españoles llegó contagiado de un acto con fascistas europeos en Italia y repartió mocos, abrazos y miasmas por doquier.

Por si la extrema derecha no lo sabe habría que dar algunos datos que demuestran a las claras la situación de desigualdad y desamparo en que se encuentran las mujeres trabajadoras de nuestro país, las más pobres de entre los pobres.

El tercer trimestre de 2020 se cerró con una tasa de paro femenino del 18,4% frente al 14,4% masculino. Entre los grupos de edad más jóvenes, el paro alcanza el 38,9% en las mujeres de entre 20 y 24 años. Según Oxfam Intermon, el 58% de personas en situación de vulnerabilidad son mujeres, que ganan un 20% menos que los hombres. Desde el inicio de la pandemia el 64% de las personas trabajadoras con bajos salarios son mujeres. Y en estos informes no se cuantifican a empleadas de hogar sin contrato, a temporeras de asentamientos o a cuidadoras domésticas.

La falta de políticas de igualdad deja al descubierto un sistema laboral que sigue sangrando a las mujeres. Mujeres en situaciones vulnerables, con cargas familiares a las que les es imposible conciliar, mujeres a las que este sistema patriarcal, del que Vox es fiel representante, convierte en mercancías, empobreciéndolas y deshumanizándolas. Por eso sigue siendo necesaria la reivindicación de la igualdad, la lucha feminista. El 8 de marzo es el Día Internacional de la mujer trabajadora, mal que les pese.

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