El 85% del turismo que viene a Huelva está vinculado de alguna manera al vacacional o de sol y playa". Éste ha sido el razonamiento que han dado los empresarios del sector esta semana cuando se les han preguntado las razones de su monumental cabreo con el retraso que sufre la regeneración de las playas tras los duros temporales de febrero y marzo. El motivo es bastante claro y pone sobre la mesa que si Huelva quiere que el empleo que se genera alrededor de sus hoteles y restaurantes siga siendo el que es va urgiendo meterle mano al problema. Y hacerlo además fuera del ruido de la confrontación política tan dada a estropear casi todo lo que toca.

La verdad es que la cosa ha ido muy bien hasta estos últimos días, ya que la velocidad de actuación de las administraciones, la visita de Susana Díaz y Mariano Rajoy y el anuncio por parte de Antonio Sanz de que habría 10 millones para arreglar 12 kilómetros del litoral onubense sonaban a música celestial al oído de los hoteleros. De hecho, la semana pasada hubo una visita de Asunción Grávalos al Portil para ver cómo se había empezado a trabajar que hacía presagiar que esto iba a coger velocidad de crucero. Pero hete aquí que entró la política partidista en juego y todo se chafó. En el momento más inesperado y del modo más tonto.

Se reunió el PP con los empresarios de la FOE y del Círculo Empresarial para analizar la situación y cuando se le preguntó a Manuel Andrés González por los dragados de arena éste no tuvo más ocurrencia que echar leña al fuego y salir por la tangente. Sus afirmaciones de que el retraso es culpa de la Junta soliviantaron al sector, a la Administración autonómica y dejaron en fuera de juego (y cabreados ) a sus compañeros del Gobierno central. El Círculo ha reaccionado de forma más dura, pero no olvidemos que el presidente de la FOE también dijo que estarán vigilantes para que todo vaya bien. La cosa no es si puedo dragar aquí o allí, la cosa es que hay que dragar y buscar soluciones desde la colaboración y el trabajo y no dar excusas de primero de EGB. Yerra el PP al culpar a la Junta de no haberse gastado un duro en el arreglo de la costa, pues fue el propio Gobierno el que dijo que afrontaría, y de forma muy acertada, todos los pagos. Cargar contra el PSOE por eso es como comprometerse a pagar el convite de boda y cuando llega el momento de hacerlo echarse atrás porque las servilletas de las mesas no te gustan. Hay que ser serios.

La imagen de Huelva está ligada a sus costas y si somos la Costa de la Luz deben lucir como una patena. Estropear la colaboración interadministrativa por cuestiones de partido es lamentable y evade el interés ciudadano. El Gobierno ha actuado hasta ahora muy bien en esta historia; la Junta debe ponerse las pilas para ofrecer alternativas desde las que conseguir la arena suficiente y los demás deben guardar silencio. No vaya a ser que pase lo que ayer me dijo un empresario y haya que tirar de Mariano y Susana para que llamen al orden a los suyos y se dejen de tonterías. Que con las cosas de comer no se juega.

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