Ni pin ni pun

Montar un circo por un documento de aprobación paterna huele a mafioso

Se acerca el fin de curso y con él, la implantación de la octava ley educativa desde la transición, la LOMLOE. Mientras el profesorado permanece en actitud de "verlos venir", los políticos, sin ser profesionales en educación, van dando a conocer sus iniciativas e ideas al respecto. En este sentido, Vox, y como si viviese en el pasado siglo, ha decidido que, para tratar asuntos relacionados con la identidad de género, debe contarse con un permiso de los padres (Pin Parental, lo llaman).

Difícil entender qué necesidad hay de ello. Se ve que esta exhibición, o provocación, constituye una parte más de su trabajo, porque es imposible comprender por qué esa tendencia a meterse en innecesarios conflictos. Esta derecha de la derecha anda obsesionada con impedir que en la escuela se trabaje con cualquier asunto relacionado con la identidad de género, el feminismo o la diversidad de LGTBI; cuando la ciencia y la experiencia han demostrado que cualquier aprendizaje será positivo si se enseña bien; que lo importante no es qué se enseña sino el cómo se enseña ¿Cómo surge esta desconfianza? ¿Qué hay detrás de la obsesión con el Pin?

¿Cómo se puede depositar la confianza en los padres del alumnado para decidir qué es lo que debe enseñarse, teniendo en cuenta que hay padres y padres y madres y madres?, ¿Olvidan que los profesionales son los maestros? Si hay familias que no tienen interés en conocer qué se enseña a sus hijos en Ciencias o en Historia, ¿De verdad ahora van a tener que decidir ellas lo que debe enseñarse existiendo profesionales, en el centro, que son los que pueden y deben hacerlo?

Por otra parte, existe en todos los centros escolares, porque así lo exige la ley, un documento llamado Proyecto de Centro donde se recogen las enseñanzas, las actividades o el tiempo que se le dedicará o lo que debe evaluarse. Dicho Proyecto debe ser aprobado por el Consejo Escolar, del que forma parte profesorado y familias… ¿Cómo dudar de lo que se enseñe al alumnado? ¿Cómo señalarlo como importante cuando para los adolescentes hablar de identidad de género es algo trivial y cotidiano?

Se mire como se mire, ese Pin fue la condición que puso Vox para aprobar la investidura y los presupuestos en Murcia, utilizándose como arma de negociación en Andalucía y en Madrid; o sea, que montar un circo por un documento de aprobación paterna huele a mafioso.

Se perpetúan aquellas palabras de 'El Padrino': "Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios