Ha estado ahí, pero sin pena ni gloria. Me refiero a la campaña electoral. Apenas se ha notado y no ha logrado despertar interés. Tal vez, porque afecte la crisis, porque los políticos resulten muy repetidos o porque muchos votos estén decididos y no haga falta darle más vuelta al tema. Es curioso que esto ocurra, para una vez que los comicios andaluces van solos. De todas formas, hay que admitir que por parte de los partidos tampoco ha habido muchos ardor electoral y el poco habido no ha conseguido captar la atención. Así que esas tenemos y ya no tiene remedio. Lo que sí ha atraído ha sido lo que se viene arrastrando desde hace años: la corrupción. Por ejemplo, el caso de los ERE, que no para de generar noticias, como la del ex chófer, Juan Francisco Trujillo, del antiguo director general de Trabajo en la Junta de Andalucía, Javier Guerrero, que entró en el juzgado con 11 supuestos delitos y que, autoinculpándose de cohechos y falsedades más lo que viera la juez Alaya, salió con nada menos que 22 y directo a la cárcel. Con esto y un algo más, el Partido Popular, prácticamente, casi no ha tenido necesidad de hacer mítines ni propaganda. Tengan esperanzas en él o no, muchos votantes buscan en otros lados y en quien más se fijan, al final, es en el PP y, aunque nada es seguro hasta que se cierren los colegios y se conozcan los resultados, todo parece indicar que ganará con mayoría absoluta.

En este clima, el PSOE lo ha tenido y lo tiene bastante complicado. Hasta ahora, a los socialistas perder y salir del gobierno andaluz les parecía impensable, incomprensible e, incluso, a algunos de sus miembros, injusto y esa posibilidad puede convertirse en realidad. El mero hecho de haber ido ganando convocatoria tras convocatoria los ha malacostumbrado, como si fueran perennes en el poder. Pero, además, algunos de ellos consideran que el pueblo andaluz les tiene que estar agradecidos y que no pueden hacerle eso de quitarlos. Se han obsesionado con eso de "conservar lo logrado" sin propuestas de avance.

Por lo que respecta a IU habría que añadir que han tenido un desenvolvimiento de un sí pero no en relación con el PSOE, seguro que adrede. Básicamente sus críticas se han dirigido a la derecha, al PP y al Gobierno central, pero no a los socialistas andaluces, a los cuales han tocado muy poco. Obviamente, les interesa que baje el PSOE pero no demasiado y así poder exigir. Con ello la coalición ha perdido la oportunidad de crecer más de lo que lo van a hacer.

Por su parte, el PA tiene menos capacidad de introducción en los medios que el resto, por lo que poco hay que decir. Por ello, sus planteamientos no se difunden suficientemente, a pesar del esfuerzo de sus militantes.