Ajuste fino

Antonio Castro

La party y otros escaparates

EN esa especie de carrera por conseguir un lugar en el mapa de lo virtual y lo mediático, Valverde ha apostado con éxito por unir la imagen del pueblo a un elemento que conecta con la modernidad: la informática y la celebración de la party anual con cientos de jóvenes enganchados a la red. Ha sido uno de los grandes éxitos de José Cejudo como alcalde y le ha dado a Valverde un perfil paralelo y compatible con el de los botos y el mueble.

Lepe, por su parte, prefiere poner su escaparate en la imaginación navideña, y si el año pasado fue la nieve artificial que el alcalde arrojaba desde el Ayuntamiento, estas fiestas ofrece la novedad de una lotería propia, que como es natural se espera que toque en el pueblo.

En la Sierra, que durante estos días ofrece una imagen admirable con cientos de turistas que conocen el valor que tiene ese espacio natural, se hacen alardes permanentes de ferias gastronómicas.

Almonte, que ayer daba un salto en la historia recordando a los últimos de Filipinas -uno de ellos era del pueblo- con la presencia de la presidenta de este país, es como un crisol, que diría un clásico, donde se funden desde el Rocío al lince pasando por el Coto y el arte pictórico del alcalde, todo en un pack irrepetible e inigualable.

Hay una tendencia persistente a superar los límites del campanario para desde su cima saltar a lo virtual y lo mediático como un objeto atractivo envuelto en un mensaje determinado. En Valverde, por ejemplo, la party fue una gran idea... Ahora sólo queda que el concepto de modernidad se extienda a toda la provincia y los ordenadores lleguen de verdad a todos los colegios.

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