La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

No tan pacíficos

Los "pacíficos" de la noche del sábado son preferibles a la guerrilla urbana, pero apoyan otras formas de violencia

Una cadena humana pacífica se interpuso entre los violentos y la policía en la Via Laietana. Cierto. Pero sólo en parte. Su pacifismo consistía en tratar de impedir la brutal violencia física de los antisistema. Pero los matices son importantes. Entre los antisistema están quienes se apuntan a cualquier causa para desatar una violencia extrema anticapitalista y anarquista que no tiene más fin que la desestabilización de las democracias (véanse los sucesos de Chile por la subida del metro) y los independentistas violentos alentados desde las instituciones. En cuanto a los "pacíficos" de la sentada hay que matizar que coreaban y defendían otras formas de violencia no física: la vulneración de las leyes que ordenan nuestra convivencia, la ruptura desde las más altas instituciones catalanas con el marco constitucional, el referéndum de autodeterminación, las manifestaciones ilegales que cortan carreteras o invaden aeropuertos, los insultos a la Policía y la Guardia Civil llamándolas fuerzas de ocupación, la libertad de los políticos condenados o fugados llamando a los primeros presos políticos y a los segundos exiliados, la consideración del Estado español como brutalmente represor y antidemocrático, el adoctrinamiento de los jóvenes desde su edad escolar o la coacción a los castellano parlantes.

Esto no deja de ser otra forma de violencia que ha preparado el clima para las algaradas que unen a los grupos antisistema, los anarcoides y los independentistas violentos. Recuérdese que en 2011 el president del Govern y la presidenta del Parlament tuvieron que acceder a la sede de la Cámara catalana en helicópteros de los Mossos porque los "indignados" la habían cercado y agredían a los diputados.

El marco de la deriva radical del independentismo programado desde las instituciones y la evolución golpista de Mas, Puigdemont y Torra han hecho posibles estos sucesos. En cuanto a los "pacíficos" que defienden que se violenten las leyes y a quienes lo hacen, se retrataron cuando los periodistas les dieron la palabra: uno comparó su "protesta pacífica" con labor de los políticos presos: "a nosotros nos aplauden y a ellos los encarcelan"; la madre de un joven que participó en los actos violentos de la noche anterior lo exculpó y afirmó que la policía era una fuerza agresiva que humillaba a Cataluña. Quitar importancia a esto y celebrar a estos "pacíficos" es una peligrosa táctica de avestruz.

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