Puede ocurrir de nuevo. Es como cuando a un pequeño se le pone un caramelo en la boca y en el momento que está a punto de chuparlo, se le retira. Una y otra vez. Y otra. En una provincia con más de la cuarta parte de parados entre la población que está en disposición de trabajar, con una inversión mínima, que se equipara a la de la España vaciada, la de aquellas regiones en las que la penuria de infraestructuras las lleva a la despoblación y a la falta de expectativas a corto plazo, no se entiende que cada vez que se presenta un proyecto que puede suponer su desarrollo, el boceto se deje morir dentro de un cajón o se frustre ante la falta de acuerdo por el bien común de una provincia que merece además del respeto, el gesto (ya toca) de las administraciones, sea cual sea su color o ideología.

Nueve años han pasado desde que comenzara a gestarse el Ceus, ese centro de ensayos para sistemas no tripulados que desde 2014 es considerada como una inversión empresarial de interés estratégico para Andalucía. Sí, de interés estratégico; es decir, que debería entrar en una máquina aceleradora de proyectos con un marco de tramitación preferente y de simplificación administrativa para favorecer el mantenimiento y la creación de empleo con la mayor agilidad posible. Ni un guante se adapta mejor a nuestras necesidades.

Si el alto índice de desempleo, la disponibilidad de un importante potencial de mano de obra y la situación geográfica determinaron la implantación del Polo industrial en Huelva en los años 70, lo que permitió un crecimiento poblacional y un potente desarrollo económico y social en la provincia, el centro de experimentación y certificación de aviones no tripulados es el revulsivo que necesita ahora Huelva. Para respirar, para desarrollar todo el potencial que se presume y para que las administraciones den ejemplo de responsabilidad, compromiso y servicio a los ciudadanos.

No hay tiempo para caer de nuevo en meras palabras y pocas actuaciones. Ha llegado el momento de trabajar juntos, no es posible de otra forma. ¿Cómo se explicaría una nueva pérdida? ¿Otra más? No hay argumentos. Ya no se trata de un caramelo que endulza, el Ceus es un vaso de agua en mitad del desierto. Una oportunidad de desarrollo que abre la puertas al mercado de mayor crecimiento dentro de la industria automática y robótica en el ámbito internacional. Ochocientos empleos entre directos e inducidos para Huelva... ¿No merece la pena?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios