Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

La (nueva) venta del Recre y el retrato colectivo

De un tiempo a esta parte, los aficionados al Recre hemos tenido que cambiar las conversaciones que, inevitablemente, trae aparejado el fútbol y dejar aparcados por un momento los análisis sobre si es mejor dos carrileros con proyección, o si un 4-4-2 da más solidez defensiva que un 4-3-3, o con los nombres de aquellos que deberán conformar la plantilla de este año y familiarizarnos con Krypteia Capital, Zephir Homes o Europsamop; nos hemos dejado a un lado la mística del balompié por el derecho administrativo y conocemos más la Tesorería de la Seguridad Social que la Liga de Fútbol Profesional. En esas estábamos cuando la aprobación del tercer intento por vender las acciones del Recre, nos sacó de un futuro que parecía más incierto y, además de insuflar una esperanza a la que los aficionados buscamos agarrarnos, volvimos a estar en la parrilla de salida hacia una solución a un problema que corre el peligro de enquistarse.

Nada iba a ser, de todas formas, tan sencillo como eso. Huelva Información ya advertía en su portada del jueves que el pleno corría el peligro de dejar cadáveres a su paso. Desgraciadamente no nos equivocamos. La división entre los populares no es nueva; parecía de etapas anteriores, de un grupo municipal que se desangraba por una ausencia absoluta de liderazgo, pero regresó con la crudeza que mostró el estruendoso abandono de la sesión por parte de Francisco Moro, poco después de la sesión de lectura que brindó una portavoz municipal que no levantó la cabeza de un papel que daba la impresión que alguien le había escrito y que había reemplazado a Manuel Remesal, otrora portavoz recreativista de lo que queda del principal grupo de la oposición municipal.

Lo de IU fue otro cantar. Pocas horas después de que Juan Manuel Arazola diera contenido al programa electoral de la coalición que reconoce explícitamente que un club de fútbol no puede ser sufragado por el dinero de los ciudadanos, la asamblea local convocada para ese mismo día, le exigía la entrega de un acta que sabe que le pertenece. No se le dio ocasión a la defensa y sólo una llamada de Mónica Rossi en la mañana del jueves, le alertó de la que se le venía encima. Su intención es continuar en el Consistorio, lo que llevará al grupo de no adscritos a sumar un tercer miembro a Ruperto Gallardo y Enrique Figueroa, hasta convertirse en el tercero en importancia en el salón de plenos. Las consecuencias de una sesión, en fin, que vuelve a confirmar que Gabriel Cruz tiene garantizada la placidez de la que ha gozado en toda esta legislatura hasta el final de su mandato. No tiene que hacer nada, sólo esperar a que esa oposición que debe ser fiscalizadora y controladora de la actividad del equipo de Gobierno, siga despedazándose a sí misma.

Mientras tanto, un nuevo entrenador y muchas caras nuevas se aprestan a llevar la ilusión a donde nunca debió de dejar de estar. El sentimiento recreativista se dispone a vivir una nueva temporada con la que disfrutar en el Nuevo Colombino. Y de paso a hablar sólo de fútbol.

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