La rehabilitación de la fachada de una vivienda o la colocación (con mayor anticipación de lo que la prudencia aconseja) de las estructuras que deben proporcionar sustento al alumbrado navideño, puede ser una buena manera de conocer gente. Al menos parece así sugerirlo la imagen captada en la calle Plus Ultra de la capital onubense estos días. Una conversación entre una vecina y unos operarios subidos a una grúa. Otra cosa es el susto de la primera de ellas al asomarse al balcón y verlos.
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