La otra orilla

Una nueva cultura del trabajo

Hay que humanizar el trabajo y para ello el tiempo de descanso no puede ser tiempo de consumo

En plena campaña electoral la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Huelva presentó en nuestra ciudad una nueva publicación que habla de la cultura del encuentro para un trabajo digno en una sociedad decente. La publicación habla de la necesidad de cambiar nuestra mentalidad para que la sociedad se vaya asemejando más a una sociedad que tiene a la persona en el centro de su actividad y de sus preocupaciones y no a una sociedad individualista y despreocupada de los que peor lo pasan. Entre otras cosas la HOAC nos invita a cambiar la cultura del trabajo, a recuperar el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo.

Y es que no todo el trabajo humano es empleo. En algunas ocasiones el empleo actual, precario y generador de empobrecidos no es trabajo. Es un trabajo mediado por el mercado, mercantilizado, cosificado... Es necesario generar una nueva mentalidad, una nueva atmósfera cultural, que reconozca el valor que para las personas y para la sociedad tienen muchos trabajos que no son empleo. Es necesario entender que no vale cualquier empleo, sólo un empleo con derechos y en condiciones dignas y de justicia puede ser camino de humanización.

Hay que generar también una nueva visión de la empresa, una empresa al servicio del trabajo humano, de las necesidades sociales, respetuosa con la vida, tanto en los procesos de producción como en sus productos, cuya finalidad no sean sólo los beneficios económicos sino el bien común.

Hay que humanizar el trabajo y para ello el tiempo de descanso y de ocio no puede ser tiempo de consumo. Un trabajo digno implica disponer de un descanso liberador, un tiempo de encuentro, de celebración, de solidaridad. Esa humanización también debe llevar aparejados el reconocimiento y la necesidad de derechos sociales para todas las personas, derechos sociales que le permitan vivir con dignidad, derechos que son inherentes a la persona, derechos que incidan en la corresponsabilidad social. Y para ello hay que trabajar por una nueva conciencia sindical. El papel de los sindicatos es fundamental para desarrollar esa nueva cultura del trabajo, una cultura del trabajo que dé protagonismo y centralidad a los sectores más débiles y empobrecidos del mundo obrero y que genere nuevos estilos de vida con valores como la austeridad, la solidaridad, la honestidad y la lucha por la justicia.

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