Mi novio ha abierto una tienda y le ha puesto de nombre Grinch Sport. Vende todo lo necesario para que no hagas deporte: puzles, maquetas, kits de croché, suscripciones a Netflix, pantalones de chándal cómodos para usar en el sofá, calcetines de tenis calentitos para ver los partidos de Nadal, leggings para llevar a los niños a extraescolares y camisetas térmicas de montañismo para ponerte debajo del jersey cuando vas al pueblo y quedas con los amigos a celebrar una barbacoa.

Además de todo esto vende excusas. Hace terapia de grupo para personas que se sienten obligadas a hacer deporte porque sus parejas son amantes del fitnes. Enseña su famosa técnica Grinch: cada vez que te propongan una actividad física tienes que ponerte de mala leche, quejarte por todo, no encontrar la ropa, tener frío, tener calor, que te duela algo, poner siempre mala cara, resoplar mucho y mirar de soslayo. Al principio tendrás que ceder y hacer la actividad propuesta, para minar la paciencia y el ánimo de tu pareja. Pero ¡atención! Lo más importante cuando termines es no decir la verdad, te tienes que mantener en tu sitio y seguir con la farsa. Tu pareja te preguntará después de la ducha: ¿ a que te has alegrado al final de hacer deporte? Tienes que mentir como un bellaco, porque en realidad ¡claro que te has alegrado de mover ese cuerpo! Has liberado beta-endorfinas, tu corazón ha producido colesterol del bueno, has ventilado y oxigenado los pulmones, has regulado la tensión arterial y has disminuido la frecuencia cardíaca en reposo; y tu cuerpo lo sabe. Pero tu pareja no lo debe saber, para que la próxima vez que te proponga algo así, tan descabellado, se lo piense dos veces. Es duro aguantar esto, muy duro. Pero más duro es hacer deporte si eres un vago o una vaga que no le gusta correr sin que nadie le persiga, andar por el campo si no es para buscar setas o subir una montaña si no es para conseguir cobertura en el móvil.

La tienda cuenta con un departamento de reventa de material deportivo: mancuernas desmontables que siempre están muy frías, bicis estáticas que hacen más de perchero que de bici, cintas de correr que corren hasta el trastero más cercano y por supuesto el bono de los 3 meses de gimnasio envuelto en un sobre muy cuqui que te retumba en la cabeza porque te están llamando gordo/a así, sin ninguna delicadeza. Este departamento es el que genera más beneficios junto con el jurídico. Sí, lo has leído bien. Si la terapia Grinch sale bien y tu pareja deja de tirar de ti para que hagas deporte pues al final hará deporte con otras personas. Esto hace que conozca gente nueva con las mismas afinidades e inquietudes. Hombres y mujeres que se gastan dinero en ropa de marca pegada al cuerpo, que respiran y sudan juntos y que comparten discos de 5kg cuando hacen body pump.

El deporte ha curado mucho pero ha roto muchos matrimonios, tenlo en cuenta. Si quieres seguir con tu pareja no descambies las mallas ni hagas el Grinch. Al final te alegrarás de haber cogido la bici: el campo estaba precioso.

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