Otro sobre movilidad

Lo que se es en lo colectivo no lo empañan políticos impresentables, opiniones de fuera o malvados

No tenía pensado hablar sobre movilidad. Hace poco que lo hice desde esta misma columna. De hecho quería escribir sobre el suspiro de alivio que nos ha llegado desde Austria, con la victoria del ecologista Van der Bellen sobre el líder de la ultraderecha. Pero abordaremos eso en la columna del domingo, ya que tiene mucho que ver con los Derechos Humanos, cuya efeméride celebramos esta semana.

Así que volveré sobre el tema de la movilidad, y es que me han sorprendido las reacciones ante la propuesta del Ayuntamiento de Madrid de recuperar parte de la calzada para los peatones. Aparte de las lógicas molestias para algunos ciudadanos, y de que haya gente a favor y en contra, según le venga mejor o peor la nueva ordenación del tráfico, lo que irrita bastante es ver a toda una Esperanza Aguirre midiendo la acera a zancadas, para amenazar seguidamente con una denuncia en los tribunales. Como si recuperar la ciudad para los peatones fuese un delito.

Recordemos que es la misma ciudad que ha tenido que tomar medidas extraordinarias varias veces durante este año, debido a la enorme contaminación provocada por el tráfico. Lo lógico es acostumbrar a los ciudadanos a abandonar el coche en favor de otras propuestas de movilidad. Lo lógico es continuar diseñando una ciudad con menos humo, con menos tráfico. Y eso además supone peatonalizar (aunque sea provisionalmente) parte de la ciudad para que se pueda pasear más y mejor. ¿Eso es denunciable? Está más que demostrado que ciudades más peatonales son mejores para el pequeño comercio, para la salud, para el índice de satisfacción. La discusión no es si más o menos tráfico en los núcleos urbanos: mañana las ciudades serán, todas, más peatonales. La discusión, entonces, es a qué ritmo haremos la transición, si queremos estar en la cola o ser pioneros.

Podemos hablar de Huelva también, que lleva mucho tiempo prometiendo un carril multimodal que nunca llega; que mantiene circuitos peatonales como el del Puente Sifón o la vía verde de la Ría saturados de gente sin animarse a ampliarlos; que perdió un carril bus en Federico Molina sin que nadie hasta la fecha haya tenido la valentía de recuperarlo; que renunció a una zona verde en la Isla Chica para montar un gran aparcamiento; que prefiere pasar media hora aparcando antes que 15 minutos esperando un bus…

Lo de Madrid puede que sea un experimento improvisado, pero es que hay que hacer muchos experimentos para acostumbrarnos a dejar esta cultura cochista, y empezar a caminar por nuestras ciudades. Eso será bueno para todos nosotros.

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